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DE CUARESMA.
pensable destinado
á
honrar al Señor ,
á ,
servirle ,
á
escucharle ,
á
gustar de él en la meditacion , en la o -
racion:
Vacate, et videte quonian ego sum Deus
:
goza d
del descanso que yo procuro, durante este dia, nos
dice
Dios, para completar mis beneficios, para admirar mi po–
d'er, para comenzar
mi
voluntad, para darme el culto
religioso que me es debido, para executar mis órdenes. Al
fin, ide este santo dia hay muchas geütes que sean
mas
devoras, mas rel igio as, mas cristianas, mas fieles? El pro·
fanar el santo dia del domingo es un delito;
i
quién
hay
que
lo
deteste, que haga penitencia y se confiese de ello?
iNos e pantarémos despues de esto de que tantas
gentes
se
canden
en~
El et-ri1ngelio es del capitulo 6 de san Marcos.
In illo tempore
:
Cum sero es–
set,
erat
tJavis
in
medio mari, et
J esus solus in terra.
Et
vi–
dens discipulo.r suos laborantes
in
remigando,
(
erat enim v en–
tus contrariur eir) et circd quar–
tam 'Digiliam nocti.r venit ad eos
ambulans .ruprd mare
:
et vole–
bat pneterire eor. At
ilti
ut vi–
dErunt eum ambulantem supra
mare
,
putaverunt p hantasma
esse, et exclamaverunt. Om–
ner enim viderunt eum
;
et
conturbati rtmt. Et statim lo–
cut us est cum eir, et dixit:
Confidite
,
ego .rum
,
nolite
ti–
mere. Et arcendit ad
illos
in navim
,
ceuavit ventu.r.
Et plus magir intni se stu–
pebant
:
non enim
intellexe–
runt de panibu.r
,
erat enim
cor eorum obctecatum.
Et
L'Um
trarufretaJJ ent
,
v cnerunt
in
t erram Genesarnh
,
et appli–
''uerunt. Cumque egressi essent
de navi, continuo cognoverunt
eum :
et
Jiercurrentes
univer.ram
En aquel tiempo: Siendo ya tar–
de , babia una nave en medio del
mar,
y
Jesus estaba solo e
tie–
rra. Y viendo
á
sus d iscípulos
fa–
tigados de
remar ,
( porque el
viento les era contrario )
á
eso de
la cuarta vela de la noche se
fué
á
éllos andando sobre el mar: .
daba á entender que quería pa–
sarlos. Pero éllos , luegq que
le
viéron caminar sobre el mar, pen–
sá ron que eta una ,f;'.I,
:~
a,
y
dié–
ron voces; porqu ': '
os le viéron
y se estrernec1er
. Y aJ punto los
habló, y les di o: Tened conñan–
za: Yo soy : no temaís. Y subió
con éllos en la nave, y cesó el
viento. Y de cada vez se pasmaban
mas en su interior; porque no
ha~
bian meditado sobre el milagro de
los panes, pues su corazon estaba
obcecado. Y habiendo pasado el la–
go , Uegáron
á
Ja tierra de Genesa–
reth ,
y
allí aporcaron. Y apénas
saliéron
de la nave , inmedjata–
mente le conociéron. Y recorrien-·
do todo aquel país, comenzaron
á