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DEL DOMINGO.
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(
Cotos.
3.) Uso y costumbre que t_odavía observa la Igle–
sia , orando en pie el domingo, particularmente cuando
se reza el
Angelus Domini...
6 las Ave Marías, y las antí·
fonas de
la
santísima Vírgen que se dicen despues de com–
pletas.
i
Qué fondo de reflexiones no nos presenta todo lo que
hemos dicho de la institucion, de
lu.
solemnidad, de la san·
tidad del domingo?
iSe
celebra el día de hoy con el mis–
mo espíritu de religion, con los mismos sentimientos de
piedad, con la misma veneracion, con la misma exactitud?
i
se santifica con exercicios de devocion
y
con la oraciop?
¡
Ah! pocos dias , á mi parecer, se profanan mas.
i
Cuán–
tas gen tes no emplean el domingo sino en ocupaciones, en
diver iones , en exercicios profanos? Con tal que se haya
asistido de priesa,
y
mas como paganos que como cristia–
nos al
treme~do
sacrificio del altar, se cree haber satis–
fecho la estrecha obligacion de santificar el domingo. Con
una misa oida sin devocion, sin respeto, y tal vez sin sen·
timientos de · religion , piensan muchos llenar
tod~
las
prácticas de piedad impuestas indispen ablemente
á
to–
dos los fieles. Si se
ha
de tener
m1
dia de campo, si se ha
de dar un festín, un banquete; en una palabra, todo lo
que nos aleja mas del cristianismo y nos hace parecer mas
paganos, todo se guarda para el domingo.
i
Y podrémos
despues de e to llamar á este dia el dia del Señor?
¡
Ah! .
quien menos parte tiene en él es el Señor.
i
No se debe–
ría llamar con mas razon el dia del hombre,
~es
es el
dia de la destemplanza, del ji.lego, de las diversiones? Solo
se emplea en lo que lisonjea
y
fomenta las inclinaciones
y
las pasiones del hombre.
i
Y nos admirarémos despues de
esto, que el Señor esté enojado contra nosotros?
i
que el
cielo no oiga nuestros ruegos?
i
q.uela corrupcion del co·
razon
y
el error del entendimiento inunden casi toda la
tierra?
i
Nos admirarémos de que la fe se apague, de que
el número de los escogidos sea tan corto, de que en to–
das partes se hallen tan pocos verdaderos
fieles~
Se puede
decir que la profanacion del santo día del domingo es el
orígen de todas estas desdichas.
.Aunque todos los domingos del año sean solemnes, sin
embargo la Iglesia los distingue en dos clases:
á
únos lla–
ma de primera clase, cuya celebridad
y
oficio nunca se
.
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