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CUARTO DOMINGO
pecto del pr6ximo. La razon que da el Apóstol es porque
los otros preceptos del decálogo, que miran al próximo,
se reducen á prohibir que se le haga algun daño: como
el amor del próximo impide que se haga cosa de que se
le pueda seguir algun daño, se infiere que toda
~a
pleni–
tud ó cumplimiento de la ley, por lo que mira al próximo,
consite en el amor que se le tiene:
P lenitudo legis est di–
/ectio:
la plenitud de la ley es el amor; quiere decir, que
la
caridad que se exercita con el próximo es la consuma–
cion y la perfecta observancia de la ley por la parte que
mira á nuestras obligaciones para con los hombres. La
car idad prohibe que les hagamos daño;
y
como
si
esto
fu era poco , nos lleva
á
hacerles toda suerte de beneficios;
de
m
Jo que puede deci rse con San Gregario el grande,
que todoc; los preceptos de la ley no
·~~1en
otro objeto
que la caridad:
Omne mandatum de sola
'd.tte'ctione
est,
et
onmia
11num prteceptum
sun~:
quia
quidquid
prtecipitur,
in
sola charitate solidatur.
Amarás á tu Dios de todo tu co–
ra ')
1
dice el Salvador, con toda
tu
alma , con todo tu es–
pí
...-e ~'
y
con todas tus fuerzas. Este es el primero
y
el
mayor mandato; pero hay otro segundo semejante al pri–
mero, es decir, tan indispensable; este es. que debes amar
á
tu
próximo como á
ti
mismo.
El
amor que cada uno se
tiene á sí mismo debe ser la medida y el modelo del amor
que debemos tener al próximo: debemos tener el mismo
cuidado de desviar·, de prevenir todo lo que pueda ofe.p–
derle ;t,:!l mismo ardor
-:¡
la misma viveza para hacerle
bien. De este principio
~infiere
que hay muy pocas per–
sonas que amen
verdadera~te
á
sus próximos. ¿,Por ven·
tura le amamos nosotros como nos amamos á nosotros
mismos~
Este,
y
no otro, es e) espíritu de precepto, esta
es la prueba
y
la medida de esfe amor.
El evangelio de la misa de este dia es del capítulo
8
de
san Mateo, en que el sagrad0 historiador cuenta la tem–
pestad que se levantó repentinamente en el mar de Gali–
lea estando durmiendo el Salvador en una barca de pes...
~adores;
la que sose?:Ó el Señor al instante que despertó.
Viéndose un dia Jesus rodeado de mucho pueblo
á
la
r~bera
del mar de Galilea, el segundo año de su predica–
c10n, eotró en una barca y mandó
á
sus distípulos que pa–
saran al otro. lado del lago; lo que execu táron al punto.