DESPUES DE PENTECOSTES.
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~
de priesa
y
se desvanecen; son unos fur· o os que solo
res ~
piran muer tes
y
destrozos, pero Dios les
acorta
los dias.
Una vez que la lglesia ha habJado, dice aqní un sabio
intérprete' no oiré
a
quien me enst:ñe lo conlrario ' por
mas que sea un hombre de un exterior el mas devoto,
por mas que haga ,
o
parezca hacer milagros. Porque
qualquiera que no habla como la Iglesia, no es cierta–
mente en el fondo sino un hipócrita
y
un seductor, por
mas que haga parecer en sus obras toda la santidad ima·
ginable ,
y
aunque parezca confirmarlas con los mas ·es-
tupendos milagros.
.
Sicut enim. fulgur exit ab Oriente,
&
par~t
usque in
Occidéntem; ita erit advéntus ftlii hóminis:
así como
el
relámp...b
dpl
Oriente,
y
se hace ver hasta en el
Occidente,
Jo
mismo
., ~ ,..'-'derá
con
la
venida del Hijo
del
hombr_e; quiere decir,
segu~-
los .
p~dres,
que
así
como no
es posible que
dexándo~e
ver
~
""
1
<-ahr
el Urizonte no
al timbre en un momento todo el emisferfo,
lo mismo
su–
.cederá con la venida del Hijo del hombre , despues de
haberse cumplido todo lo que
el
Salvador acaba
de de–
cir
de
la ruina de Jerusalen: su reyno
espiritual se ex–
tenderá prodigiosamente por toda la tierra por medio e e
la
publicacion del evangelio,
que stri
predicado
a
todos
los pueblos,
y
abrazado de todas las naciones. Era nece–
sario que
la
justicia de Dios castigara del modo mas ter–
ribJe , como lo había predicho Je ucristo,
a
aquella na–
cion ingrata
e
impía que babia rehusado reconocer al Me–
sías,
y
que tuvo
la
malicia de hacer morir en una cruz'
a
su Salvador. Despues de lo qual
esta
verdadera
luz
que
alumbra
a
todo hombre que viene al mundo, debia es–
parcir sus resplandores por toda la tierra,
y
ser recono–
cida
y
adorada en todo el univer o. Se puede decir que
la dispersion
y
las calamidade de este ¡:,ueblo, en todas
partes maldito, es en toda s parre una prueba permanen–
te
de la venida
del
Mesías. Su segunda v nida, c!ice
Sag
j\.gustin, no será. ni n1énos man ifi e ca , ni méuos repenti·
na que la primera, sin embargo dt!
odas as
~eñaJes
y
presagio~
que ant)nci arán estar cerca el fin del mundo;
quiere decir el
S.:.1nto
doctor' que el
St>ñor
vendrá
a
juz–
srnr a lo , hombre quando ménos lo esp -ran.
A,
í
vt mos
q
e son
pocas las
ptrsouas
a
quienes
n.~ sorpreh~nda
la
mue.r-