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DOMINGO
VEINTE
Y
·QUATRO
Al lí eran unos hombres los que querian
~r.ruinar
y
do–
mar
a
un pueblo
r
belde;
aq uí
será. un
Dios
q ien
<les–
ple;:i;ará toda su indigoacion para exterminar a
rudo~
l9s
hombres '
y
para ha er
sec~r
de espanto
a
codos 1::>s
pe–
cadores
antes
de juzgar los: la consternacjon
y
~l es p~nto
serán tan grandes, que serian capaces de
llevar
a
l ~ dese~
peracion,
y
de hacer
p
rder la confianza
A
las almas
mas
inocentes, si Dios no abreviara en f(_l.vor
qe
ell?s éJqU.t;llos
días de desolacion.
. ·
.Tune si
quir vobis
dlxer.it:ecce
hic
est
Christus,
aut
illic: nollte créd'ere.
Ent_ónces si ·alguno
os
d ice: aquí es–
tá Cristo,
o
allí
1
,
no le creais. Advier te Jt:sucristo
'1
los
apóstoles'
y
en ellos
a
todos los fieles, que no se dexen
engañar de los falsos profetas, quienes por su exterior en–
gañoso, por sus discu sos capciosos
'J¡;or
.a.v;)
'encantos
que -algooos tendrán por
rnila~"
.Js
serán capas;es de ha–
cer caer
a
muchas
persona~
..:n
el
lazo
y
engañarlas. No
faltáron estos
eo~ant
..;"'.
~s
miéutras duró el sitio
de
Je–
~usalen
; las ca ezas
y
caudillos de los facciosos que ·te–
n ian bien conocido el pueblo, hadan tales cosas,
y
tan
fuera de lo que el pueblo estaba acostumbrado
a
ver, que
fácilmente conseguian engañarle. Es c'ierto que el Anti–
cristo vendrá al fin del mundo ,
y
engañará c'on sus en–
cantos
a
muchas gentes:
Surgent enim
pseudocbristi',
&
pseudoprophét
te
,
&
dabunt signa magna,
&
prodlgia
:
se
levantarán muchos falsos cristos,
y
muchos falsos profe–
tas que harán cosas tan extráordinarias
y
tan prodigio–
sas , que
eng~ñarán
, si pudiera ser , hasta
a
los mismos
. escogidos.
El
Señor , dicen los intérpretes, no quiso sola–
mente designar aquí estos emisarios del demonio, levan·
tados por él para engañar
a
los fieles ·al fin del mundo,
sino tambien los hereges de todos los tiempos, los qua–
les han empleado mil artificios engañosos,
y
han hecho
los mayores esfuerzos para destruir la religion , querien–
do ser tenidos
·por
ei:iviados de Dios
y
por profetas; pero
Dios ha tenido ,siempre un particular cuidado de su Igle–
sia. Ella ha visto. ·nacer
y
morir todas las heregías;
y
las
puertas del infierno no prevalecerán jamas contra ella:
n·os la ha provisto
dernasi~do
de armas para su
defe~sa
y
seguridad: los embates de sus enemigos son unos
torrentes impetuosos, que desolando la• •ampiñas, pasan
d