DESPUES DE PENTECOSTES.
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,, bi visto ; pero habiendo sabido los errores que les pre–
,, dicaban los falsos apóstoles, Je escribe para instruirlos
y
"volverlos
a
la pureza de la fe.''
R E F L E X 1 O N E S.
Para que
tengais
una
conducta digna de Dios, buscando
todos los medios de auradarle.
Ved aquí como un resúmen
y
compendio de toda la moral cristiana. Una conducta
diga de Dios es una vida formada sobre los preceptos
y
miiximas de Jesucristo: es
una
vida pura, santa, abundan ...
te
en to a suerte de virtudes : es una vida verdaderamente
cristiana. Una conducta digna de Dios es la conducta de
un
hombre abrasaJo
en
amor
de
Dios
y
que busca todos
lo~ mf'~
i
~
a radarle. Es la conducta de un hombre sin
amor prop10, sm
un......
~s,
sin ambician:
de
un hombre se
ve·
ro siempre consigo misn.-. gue nada se perdona, pero sua·
ve
e
indulgente con los otros,... uienes en todo
l01:
'4i.scul pa·
hombre de bien sin aceptacion,
qtfl
sane
~'"'ª1
placer
sin
b~
xeza, que sabe oblig
,r
con sus servicios sin esperanzas
de
retorno, exacto
y
puntual en todo, sin escrúpulo, unido
continuamente con Dios, sin
dexar
de hacer lo que debe
1
los otros. Nunca ocioso ,
y
no pareciendo jamas demasia–
do solícito
y
bullicioso: nunca demasiado ocupado,
y
aun
ménos distraído por lo negocios; porque sabe conservar
siempre su corazon libre, no ocupándole sino en su grao
negocio, que es el negocio de su salvacion. Lleno de
baxo~
sentimientos de
j
mismo' no estima sino
a
los
otros, por–
que no mira en ellos ino Jas virtudes que tienen ;
y
solo
considera en sf los d ....fecros eon que se halla. No gobernán–
dose sino por máximas sobrenaturales, jamas piensa que le
desprecian ni que
le
hac n la mas leve injuria, porque no
cree le sea d bida la
honra
que no le dan. Es un hombre
que siempre está en paz, iempre igual;
a
quien ni engríen
las pro p ridades, ni abaten los mas adversos accidentes;
porque sabe que los bien s
y
males de esta
vida
siempre
vienen
de
la
mi
ma mano.
Y
como sola
Ja
voluntad de
Dio
e
la regla de su condu ta, hace siempre todo lo
que
ios
qui
re,
y
iempre qu ¡ere todo lo que Dios ha–
ce. No mi ándose sobre la tierra si no como peregrino,
todo su tr to
y
conver acion se lo lleva el cielo. Dios
solo es
su
tesoro,
y
a
í
no us pi1 a
sino por la
po
esion
de Dio . Y como no
ti
ne otro dec:eo ni otra ambician
Tom. V.
Bb 3
que