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CAPITu i o xxv.

sua non est lapsus , et qui non

servivit indignis se.

12

Beatus qui invenit ami–

cum ve rum , et qui enarrat iu–

stitiam auri audi enti.

13

i

Quam magnus qui in–

venit -sapientiam et sci.entiam

!

sed non est super timentem Do–

minum:

14

T imor Dei super omnia

se

superposuit:

I

5

Beatus homo cui dona–

tum es t habere timorern Dei:

qui tenet illum ,

i

cui assimila–

bitur ·?

1(5

Timor Dei initium di...

lecUonis eius : fidei autem ini–

ti um agglutinandum est ei.

17

Omnis plaga , tristitia

cordis est : et ornnis malitia,

nequitia tnulieris.

l

8

Et omnem plagam , et

non plagam videbit cordis:

19

Et omnern nequitiam, et

non nequitiam mulieris:

20

E t omnem obduCl:um ,

et

non obd uctum odientium:

21

Et omnem vindiCl:am ,

et

non vi ndictam inimicorum.

h a logrado tener nna muger

prudent~

y

vi rtuosa. Qnarta : Ei

~ichoso

e l que se

ha librado de caer en pecados de lengua.

Quinta : Es dichoso el que no se

ve

en

la

triste

y

dura necesidad de ser siervo

de otro' qne es de peor condicion que

el.

• Sexta

~

Es

dichoso el que. ha halla–

do un ami go verdade ro.

E-1

G ri ego

8~

EOps

¢p6v11<Tiv

,

el que

hallo

p rudencia.

s ·eptima : Es di choso el que tiene dis–

d puJ os 'dociles

y

obedientes , quando

l es habla

y

los ins trny e en la justicia.

s

O B:ava : Es d ichoso el que ha llo

la

sabiduria , esto es , el conocimiento

de las cosas divinas. Nona : Es dichoso

el

que ha llo ciencia para saberse mane–

jar

con prudencia en

los

negocios

publi-

Tom. V I .

no deslizo en su

lengua,

y

·el que

no sirvio a persona indigna de

el.

12

D ichoso el que halla

un

amigo verdadero

1

,

y el que habla

de la justicia

a

oreja que oye.

13

i

~ ue

grande es el que

halla la s ; iduda

y

la ciencia

2

!

pero no

s~

ra a

aquel que

t e–

me al Senor :

14

El ternor de Dios

a

so....

brepuja a todas las cosas :

15

Bienaventurado el hombre

a

qui~n

es dado el don del

te–

mor de Dios :

el

q ue lo posee,

i

a quien sera comparad9?

16

El temor de Dios es el prin–

cipio

de

su amor : mas debe irle

ffiUJi

unido un principio de fe •.

I

7

La tristeza

de a nimo es

plaga universal :

y

la malicia de

la

muger_es toda malicia.

18

Y

sufrira uno toda plaga

1

mas

no la

plaga del

c~razon

s

:

19 Y

toda malicia , mas

no

la

malicia de

la

muger :

20

Y

tqda afliccion, mas no

la

afliccion de los q

ue

nos aborrecen

6 :

2

r Y toda venganza , mas no

la

venganza de los

enemigos.

cos

o

particalares que

estan

a

~u

oaidado.

3

Decima :

Per~

sobre todos es di–

choso el que te\ne a D ios con

un

temor

reve rencial

y

propio d e un hijo.

4

Es to es , la

fe

se ha de juotar

al

temo~

como un pdncl pio

y

fondamen.–

to ,

p

a que de entrambos n.azca el amor...

s

T odo trabajo , todo contratiempo,

sufrid.

y

llevara el homb;·e con paciencii;a.

y

resignacion , como no sea herida

que

le t oque en el corazon ; como es , si la

muger

le

falta a l a .fidelidad que le debe,

o

es indiscret ameo te zelosa. Ca p.

xxxvII.2

2.

6

Porque estos no conocen t 4rmino

ni

moderacion en la venganza. Por esto D a–

vid pedia muchas veces al Sefior que le

Ji...

b rase de caer en inanos de estoi- .tales.

Kk, z

..

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