LIBRO P,RIMERO DE LOS REYES.
13
Tulit ergo Samuel cornu
olei ,
,et
unxit eum in medio.
fratr um ,eius
a
:
et direétus est
Spiritus Domini
a
die illa in Da–
vid , et deinceps : surgensque
Samuel abíit in Ramatha.·
. 14
Spiritus autem Domini
11ecessit a Saul , et exagitabat
eum spírltus nequam, a Domi–
no.
15
eum :
exagitat te.
16
lubeat dominus noster,
et serví tul qui coram te sunt
quaerent hominem
scientem
psallere clthara, ut quando ar–
r ipuerit te spiritus Domini ma–
lus , psallat manu sua , et le–
vius feras.
13
Tomó pues Samuél el cuer.
no del aceyte,
y
ungióle en med io
de sus hermanos • :
y
desde aquel
día en adelante el Es píri tu del Se–
ñor se comunico a David
2
:
y
par–
tiendo Samuél fuése
a
Ramatha.
14
Mas el Espíritu del Señor
se retiró de Satll ,
y
le ator–
mentaba
3
un espíritu maligno
por permision del Señor.
15
Y
dixe ron a Saul sus sier–
vos : Mira que te atormenta el es–
píritu malo por pe rmision de DieJs.
16
Mándelo nuestro señor;
y
tus siervos que tienes aquí de–
lante buscarán un hombre que
sepa tañer el harpa , para que
quando te arrebatare el espíritu
malo, permitiéndolo el Señor , la
toque ,
y
tengas algun alivio
4 •
~t""-)
•
E l Pro ·heta no les eclaró lo que
significaba esta unoio , ni tampqco pare–
ce que ellos
JnO
r ·aran elieitud en saber–
lo: tal vez la
tnvie~on
por una uncion pro
p hética. La
E
crirura no dice si se lo de–
claró en P9J-ficulJ!r
~
David , c.omo había
hecbo
a Sao
qua o o le consagró ey. Sea
de es¡o lo que fuere , un asunro tan im–
portante
y
de tan grandes cooseqiiencias
quedó sepultado en un profundo secreto.
Samuél despues de haber obedecido a Dios
se retiró;
y
David despues de haber sido
consagrado Rey de I sraél vuelve a sus
o–
vejas. Esta uncion dió a David el derecho
al R eyno de Israél; pero no la posesion,
a
la que no llegó sino despues de la muerte
de Saul ,
y
a cost'a de muchos sufr imien–
tos , combates y trabajos.
• El Señor comunicó a D avid todas a–
quellas virtudes de alma
y
de cuerpo que
podian hacerle un R ey perfeél:o ; y ellas
abandonaron
a
Sao!. Los
LXX.
i(jl~J..Mo
~vEii¡.tcy;
1tupíov
hrl
D.auí3
,
el
espfritH
del
S eñor salt6 con fuerza sobre D avid.
3
MS.
7·
E atervo/6.
MS. A.
Mal–
traxo.
Por el desarreglo de su voluntad;
pero Ministro de la voluntad de un Dios
santo
y
justo
l
y
eJ<;ecutor de sus reél:os
juicios sobre los pecadores. Luego que se
retiró de Saul el Espíritu de D ios , entró
en
él
el espíritu m ligno, a quien le en–
tregó la justicia divina para
castig~r
su
desobediencia. Este excmplo nos dice que
el alma del hombre·no puede estar vacía;
y que no habiendo sino dos espíritus , el
de J esu Christo
y
.!!
del demonio ; el uno
de los dos ocupa el lugar que e l otro de–
xa ,
llenando el del demonio lo que el de
J esu Christo
1 0
posee. Algunos enrien–
den por este espíritu malo un humor me–
lancólico que ocupó el ánimo de Saul,
excitando en él imágenes tristes , sospe–
chosas, furiosas, profundas tristezas, des–
esperaciones , furores
y
locuras, por verJ
se desechado de D ios ,
y
como despoja–
do ya del Reyno por Samuél. Pero los
P adres e Intérpretes toman literalmente
estas palabras , y creen que entró el
demonio en Saul ,
y
que le atormentaba
mas o ménos , segun el Señor se lo per–
mitía. S.
GREGOR.
!1-for{ll.
Lib.
u .
T HEO–
DORETO
Quaest.
XXXVJ IJ.
4
Au nque estos criados del R ey
Saul hablan aquí del espíritu maligno ; es
a
IJ,
R eg.
YIJ,
8.
P safnz.
LXXVI I.
70.
L KKXVIJI.
21.
Aflor.
Vll.
46.
X III.
n.