LIBRO PRIMERO DE LOS REYES.
45 Di xitque Populus ad Saul:
45 Y dixo el Pueblo a Saul:
¿
Ergone Ionathas morietur qul
¿Y morirá Jonathás que ha sal-
fecit salutem hanc magnam in
vado a Israél de una manera tan
Israel ? hoc nefas est : vivit
maravillosa? no puede ser esto ':
Dominus , si ceciderit capillus de
vive el Señor, que no ha de caer
capite eius in terram, quía cum
en tierra ni un solo cabello de su
Deo operatus est hodie. Libera- cabeza , porque ha obrado hoy
vit ergo Populus lonatham,
ut
con Dios. Y el Püeblo libró a Jo-
non moreretur.
nathás de la múerte
2
•
46 Recessitque Saul , nec
46 Y retiróse Saul, y no per-
persecu tus
e~;d'jljsrbtlí··-·_.._lllt:6iguió
a los Philisthéos ;
y
así
ro Philisthiim ab:ierunt in loca los Philisthéos se volvieron a
sua.
sus tierras.
47 Et Saul confirmato reg-
47 Y Saulluego que vió afir-
no super Israel , pugnabat per
rnado su throno en Israél , pe-
cucultum adversum inimicos Jeaba contra todos los enemigos
eius , contra Moab , et filios
que estaban al contorno, contra.
Ammon et Edom et Reges Moáb,
y
contra los hijos de Amón
Soba et Philisthaeos : et quo- y de Edóm
y
.los Reyes de Sobas.
cumque se verterat supera- y los Philisthéos: y a donde vol-
bat.
vla sus ar¡pas era vencedor.
48 Ooogrega oqu
exer-
48
habiendo juntado un e-
citu , percussit A'g:¡alec , et xército, derrotó a los Amalecitas,
eru it Israel
a
e manu vastato- y libró a1:sraél de las manos de
rum eius.
los que lo desolaban
4 •
49 Fuerunt autem filii Saul,
49 Y los hijos de Saul fuercirz
lonathas et Iessui et Melchisua:
Junathás y Jessuí
5
y Melqui-
et nomina duarum filiarúm eius,
sua:
y
de dos J:¡ijas que tuvo, la
nomen primogenitae Merob , et primogénita se ilamaba Merób,
y
nomen minoris Michol.
'la mas jóven Micól.
cl10; y así no es maravilla que se descu–
bra tanta indiscrecion y ligereza en todos
sus juramentos... Este hombre que pre–
tendía que la muerte fuese la pena de una
violacion aparente de una órden injusta
que habia dado , tenia ya quebrantada
otra muy expresa y justa que había reci–
bido de Dios por boca del Propheta ; y
el Capítulo siguiente nos hará conocer
l1asta donde llegó su orgullo y su des–
obediencia. De este modo se precipita el
hombre que no cuenta con Dios , abm–
donáodose a no tener otra guia que la
de su consejo y propias luces.
' MS. 8.
D e.rnusura es esto.
Pues
el mismo
J
ooathás ha sido el instrumeu-
to de quien Dios se ha valido para sal–
var a su Pueblo.
• Recabando con Saul que no se cum–
pliese su sentencia, cuya accion era atroz
y
evident~mente
injusta.
3
Que estaban a la parte septentrio–
nal de la Tierra Santa.
JI.
R eg.
VIII.
5.
1.
Paralip.
XVIII.
J·
4
MS. 7.
De todos sus contendedo–
res.
Las circunstancias que concurrieron
en esta accion se leen en el Capítulo si–
guiente.
s
Llamado Abinadáb.
T.Paralip.l'Ill.
33 ·
Aquí se refieren solamente los nom–
bres de los hijos de Saul que le siguie–
ron bien armados eo estas guerras.