CAPITULO XIII.
6r
cepit tibi. Quod si non fecisses,
iam nunc praeparasset Dominus
Regnum tuum super Israel in
sempiternum,
14 Sed nequaquam Regnum
tuum ultra consurget. Quaesivit •
Dorninus sibi virum iuxta cor
suum , et praecepit ei Dominus
ut esset dux super Populum suum,
eo quod non servaveris quae prae–
cepit Dominus.
15 Surrexit autem Samuel , et
ascendit de Galgalis in Gabaa
Beniamin. Et reliqui Populi as-
Es cosa llena de asombro que una
fJita que podria hallar disculpa en los ojos
do los hombres , fuese el principio de la
reprobacion de Saul. Samuél le
h~bia
man–
dado que aguardase
si~te
dias ;
y
aguarda
en efcélo hasta muy adelanta¡lo el dia sép·
ti mo sin que el Propheta hubte e p. eci–
do. TeniJ sobre sí un exérclto formidáble:
todas sus genres le abandonaban;
y
e 'vio
a punto de quedarse solo,
y
de '!!!e los e–
nemigos se dexaran caer sobre-
él
a cada
momento.
¿
Debia presentat la batalla sio
lubcraplacadocon sacrifi ios
11
aquel Señor
de
quien esperaba la
v(~loria?
¿Seria pru–
dencia exponer a ur ruina, que parecia
incvitJblc, los negocios del estado, por se–
guir literalmente la órden de un Propheta,
cuya llegada podia haber sido retardada
por algun nuevo
y
expreso mandamiento
del mismo Dim? ¿No era mas puesto
en
razon en una necesidad tan estrecha aco·
modarse a las circunstancias,
y
despreciar
algunos momentos que faltaban .para el
término señalado? ¡O qué leccion esta pa–
ra los Príncipes! La sentencia que pronun–
cia el mismo Dios, da claramente a enten–
der de quauta gravedad fué el pecado de
Saul. Pecó desobedeciendo a Dios,
y
pe–
có excusando su pecado, que
es
lo mismo
que no reconocerse pecador. Todas estas
disculpas contra una órden del Señor eran
impertinentes. Su accion fué rcpreben–
didl como una locura ; porque creyó sin
IJ
l11jra
XVI.
1.
A8or.
::CIII.
22 •
•
te dió el Señor Dios tuyo
1
•
~i
no
hubieras hecho esto, el Señor des–
de ahora hubiera confirmado tu
Reyno sobre lsraél para siempre,
14
Mas ahora no será dura–
ble tu Reyno
2
_.
El Señor se ha
buscado un varori segun su cora–
zon
a ,
y
el Señor le ha manda–
do
4
que fuese Caudillo sobre su
Pueblo, por quanto no ha's guar-–
dadQJh
gqe
s~ifr
te mandó.
r
5
Y levan ose Sarnuél, y
fu~se desde Gálgala a Gabaa de Benjá–
mín
s.
Ylos otros delPueblo fueron
duda que o en Dios no había bastante sa–
biduría para prever todos estos lances, o
que le faltaba poder para remediar los da–
ños que podian sobrevenir. ¡Qué tinieblas
y
qué orgullo no se encierra en semejan–
te modo de pensar ! Saul se hjzo Juez de
las órdenes de Dios : pretendió reformar
sus altos designios: puso todo su apoyo
en solas sus fuerzas;
y
lo creyó todo per–
dido si el Pueblo le
ab~ndonaba
, como si
el Todopoderoso tuviera necesidad de
uopás para vencer.
• La reprobacion del primer
Rey
de
Israél enseña a todos los Superiores , que
su condioion hace enormes las menores
faltas ; y que con mayor rigor les pide el
Señor a ellos que a los inferiores , que
sean puntuales y exftélos en obedecer sus
órdenes ;
y
que será terrible la cuenta
qúe les pedirá un dia en su reélísimo
juicio.
3
Da,•id
es
de quien habla el Pro–
pheta. El primer Rey de Israél fué dado
a los hombres por un efeélo de justicia,
y
segun el corazon de los hombres que le
pedian : el segundo es dado por miseri–
cordia , segun el corazon de 'Dios que le
escogió. Cotéjense los principios , pro–
gresos
y
fines de estos dos R eyes.
4
En el designio que había form,ado.
s Lo que se sigue en este vers1culo
hasta despues de la palabra
Bmj.m.lÍn
no se encuentra eo el texto originaL