CAPITULO XI.
sr
C A P 1 T U L O X l.
Saul poseido del Esplritu del Señor despedaza sus bueyes: llama al Pueblo
para que tome las armas: vence a Naas Rey de los Amonitas
;
y
libra
a los CiudadatiOS de Jabés-Galaad, Se confirma su eJeccio11 en Gátgala.
1
Et faél:um est quasi post
mensem, ascendit Naas Ammo–
nites, et pugnare coepit
adver~
sum
Iabes-Galaad. Dixeruntque
orones viri Iabes ad Naas: Ha–
beto nos foederatos , et serviemus
tibi.
·
2
Et respondit ad eos Naas
Ammonites : In hoc feriam vo–
biscum foedus, ut eruam omnium
vestrum oculos dextros , ponam–
que vos opprobrium in universo
Israel.
3 Et dixerunt ad eum senio–
res !abes : Concede nobis septem
dies ' ut mittamus nuncios aa
universos terminos Israel : et si
non fuerit qui defenüat nos ,
e;
grediemur ad te.
4 Venerunt ergo nuncii in
Gabaa Saulis ,
e~ocuti
sunt ver–
ha haec , audiente Populo : et le–
vavit omnis Populus vocem suam,
et flevit.
· . 5 Et ecce Saul veniebat , se–
quens hoves de agro , et ait:
¿Quid habet Populus quod plo–
rat ? Et narraverunt ei verba
virorum Iabes.
1
Estas primeras palabras no se leen
en el Hebréo ; pero se hallan en los
LXX.
• Te seremos tributarios.
3
Con el fin de inutilizarlos para la
guerra , porque ademas cubrían el ojo
iz.–
quierdo con el escudo.
+
Compadecidos
de
lo¡ males que a–
Tom.III.
•
1
Y
acaeció como un mes
despues de esto
1
,
que se puso en
cawyrija
NaM~nita'
y vino a
dar sobre
J
a
k\ilaad ' y dixe–
ron todos los moradores de Ja–
bés a Naas : Entra en alianza
con nosotros , y te serviremos
2 •
2
Y respondióles Naas Amo–
nita : La alianza que yo haré
con vosotros , será sacaros a to–
dos el ojo derecho
3 ,
y poneros
para que seais
el
oprobrio de
todo
Is~aél.
3
Y
dixéron~e
los Ancianos de
Jabés: Concédenos siete días, pa–
ra que enviemos aviso por todos
los términos de Jsraél; y si no
hubiere quiea nos defienda, nos
entregaremos a discrecion.
4 Llegaron pues los mensage–
ros a Gabaa de Saul, y refirieron
estas palabras , oyéndolas el Pue–
blo ; y todo el Pueblo alzó su voz-,
y lloró
4 •
5 Y he aquí a Saul que volvía
del campo
5
en pos de sus bueyes,
y dixo: ¿Qué tiene el Pueblo que
llora
?
Y contáronle
el
mensage
de los enviados de Jabés.
menazaban a los moradores de J abés.
•
La mudanza de estado que le sobre·
vino no alteró su corazon
de
modo algu–
no , ni le movió para que dexase el ho–
nesto exercicio de arar ,
y
mérhodo de
vi–
daque ántcs tenia: ni este le estorbó el que
llegase
a
tiempo para defender su R eyno,
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