LIBRO PRIMERO DE LOS REYES.
¡;iculam olei , et 'effudit super
caput eius , et deosculatus est
eum , et ait : Ecce unxit te Do–
minus super hereditatem suam
in Principem , et liberabis Po–
pulum suum de manibus
inimi–
corum eius 'iui in circuitu eius ·
sunt. Et hoc tibi signum , quía
unxit te Deus in Principem.
2
Cum abieris hodie a me,
invenies duos
¡«j~
Í!1It?
§tyJl-
e
chrum Rachel 104.nibus Benia–
min , in meridie , dicentque tibi:
lnventae sunt asinae , ad quas
j'eras perquirendas : et intermissis
pater tuus asinis , sollicitus est
pro vobis , et dicit : ¿ Quid fa–
ciam de filio meo?
3
Cumque abieris inde , et
ultra transieris , et veneris ad
quercum Thabor , invenient
te
ibi
tres
viri
ascendentes
ad,
Deum in Bet el , -unus portaos
tres hoedos , et alius tres tor–
tas panis , et alius portaos lage-–
nam vini.
1
MS. A.
Uua olieta de olio.
Samuél
5iguiendo sin duda las disposiciones y 0r-·
denes del Señor consagró Rey a Saul, der–
ramando sobre su cabeza una redoma de
aceyte :
y
esta accion se executó para que
entendiese toda la posteridad que es sa–
grada
la
persona de los Reyes.
Y
he aqui
el fundamento del respeto , de
la
sumi–
sion, de la fidelidad, y de todas las obli'–
gaciones que tienen los vasallos para con
los Reyes , y con los que gobiernan ba–
xo de su autoridad: y así el modo verda–
dero y Christiano de honrarlos ha de ser
con una entera sumision , que nazca del
fondo del corazon, y por principios de
conciencia. Lo praél:icaremos así siempre
que vivamos persuadidos, que la autori–
dad de los Soberanos es segun el órden
de Dios , y viene de Dios como una ema–
nacion de su suprema autoridad sobre to-
ampolla d
e aceyte •,y derramó:
la. sobre la
cabeza.deSaul , y be–
sóle, y di
xo: Mira que el Señor
te ha ungido por .Príncipe sobre
su h.eredad ,
y
tú librarás a su
Pueblo de las manos de sus
eoe~
migos que lo rodean. Y esta será
la señal de que Dios te ha un–
gido por Príncipe.
2
En este mismo día luego que
te apartes de mí, hallarás dos hom–
bres junto alsepulcnode Raquélen
los términos de Benjamín , a la par–
te austral\ y te dirán: Ya han pa–
recido las pollinas que fuiste a bus–
car; y no pensando ya tu padre en
ellas,está con cuidado por vosotros,
y dice: ¿Qué haré yo por mi hijo?
3
Y luego que partieres de allí,
y
pasares de allí, y vinieres a la
encina de Thabór
3 ,
te encontra–
rán en aquel lugar tres hombres
quesubiván
á
adorar a
Dio.~
en Be–
thél.
4,
el uno llevando tres cabri–
tos , el otro tres tortas de pan ,
y
el
tercero un cántaro
s
de vino.
das las criaturas. Aunque
el
resto de este
versículo no se halla en el Hebréo ; pero
está en la version de los
Lx x.
• Este 'sepulcro se hallaba cerca de
Bethleham. Véase el
Geues. xxxv.
r6.
,La palabra
n.~7~
tseltsáldz
que se halla en
el original, la toman muchos
Intérprete~
por nombre propio.
· 3
Nombre propio del dueño de la en–
cina , o del lugar en que estaba , que
era diverso del monte Thabór , el qual
estaba en la Tribu de Zabulón.
4
Lugar célebre
y
de grande venera–
cían entre los Hebréos por la vision de la
mysteriosa escala,
Gmes.
XXVIII.
19.
a
donde iban a hacer oradon ,
y
aun
a
ofre–
cer Sltcrilicios y otras ofrendas , míéntras
no se dió asiento lixo al Arca del Testa–
mento y al Tabernáculo del Señor.
S
·
MS.
8.
Clllurzo.
MS. A.
Unrrgalleta.
..