CAPITULO VIII.
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C
A
P
i
T
U L O VIII.
De.rpues de una hámbre de siete años 'la SunalnitiS vuelve a su casa,
.Y
recobra sus posesiones, y los frutos que correspondían al tiempo de su
ausencia, Eliséo vaticina la ltJUerte de Benadád, y que Ílazaél seria
R ey de Syria. Jorám Rey ae Judá sigue las impiedades de los Re–
J!es de Israél. Muere Jorám,
y
le sucede su hijo Ocozfas.
1
Euseus autemlocutus est
:ad mulierem
a
,
cuius vivere fe–
terat filium , diCens : Surge , va–
de tu et domus tua, et peregri–
nare ubicumque repereris: ·voca–
vit enim Dominus faniem , et
Veniet super terrám septem an–
nis.
2
Quae
surrextt , et
fecit
iuxta verbum hominis Dei : et
vadens ·cum domo sua , peregri–
nata est
in
terra
l'hilis1hi1m
diebus multis.
S
C~mque
finiti essent an–
ni sépteni , reversa est mulier
de terra Philisthiim : e egressá
est ut interpellaret-
~egem
pro
domo sua et pro agris suis.
4
Rex
aute~oquebatur
cum
Giezi puero viri Dei , dicens:
N arra mihi omnia magnalia
quae fecit Eliseus.
t
La hambre
1
1a guerra ,
lá
pes.tey •
fas otras calamidades públicas ,
son co–
rno ministros de la voluntad de Dios,
que están siempre apercibidos para par–
tir
a
la primera órden. Las llalna el Se–
ñor ,
y
envía a donde quiere ;
y
en ·el
mismo momento es obedecido,
• Esta muger era rica ,
y
por éonsi–
guiente ménos expuesta que otros apade–
.cer las incomodidades de la hambre. Con
todo eso al primer aviso
del
siervo
de
...
1
Y
Eliséo
h~ló
a la mu.;:
ger, cuyo hijo habt¡¡• resuCitado;
diciendo : Levántate , y vete tú
y
tu familia a vivir fuera de la
tiet~
ra a do quiera que hallares¡ por–
que el Señor ha llamado la ham–
bre ', y vendrá sobre la tierra por
siete años.
2 Levantóse ella
2
1
e hizo con–
forme a lo que había dicho el hom•
bre de D¡os :
y
partiendo con sú
familia ' vivió muchos días fuera
de latier,ra eá la de los Plülisthéos.
3
Y
luego que pasaron los sie–
te años, volvió la muger de la
tierra
e los Phillsthéos :. y fué
a reclamar al Rey por su casa
y
por sus heredades.
4
Mas el Rey estaba hablan–
do con Giezi
3
criado del hombre
de Dios, diciéndo: Cuéntatne todas
las maravillasqueha hecho Eliséo.
Dios lo abandóña todó , clexa so patri3
y
sus haciendas ,
y
va a btJscat un as
y
lo en
tietras extrañas : su gran fe la mueve a ar–
rojarse toda en el sehO de la Providencia,
sin inquietarse por lo que le vendria
ca
lo venidero.
·
3
Se podia hablar de léjos con los le–
prosos , como se ve en ei Evangelio con
los qtle hablaron a
J
esu Christo. Algunos
pretenden que arrepentldd G-iezi
1
le ba–
bia
curado
Eliséo
de Su
lepra•