LIBRO PRIMERO DE .LOS REYES.
ut det eunuchis et famulis suis.
16
Servos etiam vestros et
ancillas et iuvenes optimos et
asinos auferet , et ponet in opere
suo.
17
Greges. quoque
vestros
addecimabit . ; vosque eritis
ei
serví.
18
Et clamabitis in die .illa
a facie Regís vestd quem
el~gistis vobis : et
au~os
Dominus in die illa, quía peti:-:
stis vobis Regem.
,
19
Noluit autem Populus au- _
dire vocem -Samuelis , sed dixé–
nmt : Nequaquam : Re,J!: eniOÍ -
erit super nos ,
20
Et erimus nos_quoqúe si–
cut omnes gentes : et iudicabit
nos Rex noster , et egredietur
ante nos , et pugnabit
~ella
no–
stra pro nobis.
21
Et a P,ivit Samuel omnia
verba Popur , e
oc1.itus est ea
in auribus Domini.
22
Dixit autem Dominus ad
Samuelem : Audi vocem eorum,
et constitue super eos Regem. Et
ait Samuel ad viros Israel : Vadat
unusquisque in Civitatem suam.
• La Ley mandaba que ningun Israe·'
lita fuese castrado ; pero un Rey los po–
dia hacer venir de otras tierras. La voz
eunuchzu
no siempre se usa en su pro–
pia y verdadera significacion : se toma
muy freqüentemente por un cortesano,
y
por aquellos que estaban mas cercanos
a las personas de los Rey¡:s.
• Como sucedió en el reynado de
Salomón.
3
Como si dixeran : No somos de
peor condicion que las otras Naciones. Si
es bueno obedecer a un Rey , ¡por qué
heJ)'lOS de carecer de
semejant~
bien que
darlo a sus eunucos
y
cortesanos
1 •
16
~omará
tambien vuestros
siervos y siervas y mozos mas
robustos y vuestras bestias , y
los aplicará a su labor.
17
Dezmará así mismo vues–
tros rebaños ; y vosotros sereis
sus siervos.
18
Y clamareis :tquel dia
2
a
causa de vuestro Rey que voso–
tros mismos os escogisteis ; y no
os oirá el Señor en aquel día, por–
que pedisteis
Rey.19
-Mas el
Pueblo.noquiso dar
oidos a las raz
ones de Samuél, sino
que dixeron: No, no; porque Rey
queremos tener sobre nosotros
3,
20
Y nosotros seremos taro–
bien como todas las Naciones :
y
nos juzgará nuestro Rey, y saldrá
a nuestra frente , y peleará por
nosotros en nuestros combates.
2 1
Y oyó Samuél todas las
palabras del Pueblo , y las re–
firió al Señor.
22
Y dixo el Señor a Samuél:
Oye la voz de ellos , y pon Rey
so~re
ellos. Y
di~
Samuél a los
va~ones
de Israél : Vuélvase cada
uno a su Ciudad.
es comun a las otras N aciones
?
Y si es
malo , ¿qué motivo tenemos para temer
que nos ir.á peor que a las que lo tienen?
Estado deplorable será el de aquellas al–
mas que por su ceguedad
y
dureza de co–
razon ,
y
de la violencia de sus pasiones,
responden a los que de parte de Dios les_
dan avisos importantes :
No haremos
114-:
da de lo qru decís
:
tendremos acá
un~
que nos domine
,
que será nuestro amor
propio ;
este es
el
que reynará sgbre no–
sotros.
Pues no queremos hacer aquello
que nos consta. que es justo , sino lo que
vemos hacer, y lo que otros hacen. :