CAPITULO
VI.
locutus fueris in 'conclavi tuo.
Í3 Dixitque eis: Ite et vi–
dete ubi sit, ut mittam, et ca–
piam euro. Annunciaveruntque
ei
,
dicentes : Ecce in Dothan.
. 14
Misit ergo illuc equos et
currus et robur exetcitus: qui
curo venissent noéte, circumde–
derunt Civitatem.
15
Consurgens autem dilu–
culo minister viri Dei , egres–
sus, vidit exercitum in circui–
tu Civitatis , et equos et cur–
rus : nunciavitque ei , dicens:
¡
Heu , heu , heu , domine mi!
i
quid faciemus?
. 16 At ille respondit: Noli
timere : piures enim nobiscum
sunt , quam curo illis.
17
CUlilque orasset Eliseus,
ait : Domine , aperi oculos hu–
ius ut 'videat. Et aperuit Do–
minus oculos pueri, e vidit: et
ecce mons plenus equ rutn et
curruum igneorum in circuitu
Elisei.
18
Hostes vero descenderunt
ad eum : porro El1seus oravit
ad Dominum , dicens : Percute,
• · De este modo se burla Dios de los
proyeélos de los Grandes de la tierra,
quando son opuestos a sus · designios.
Psalm.
xxx11.
10.
r r. Un pobre anciano
sin
~alir
del lugar de su morada , y sin
tener espías en la Corte del R ey de Sy–
ria , se halla instruido puntoalmente en
el mismo momento de las deliberaciones
mjls secretlls que se toman en su Conse–
jo , y hace abortar sus designios con los
a,•isos que da al Rey de Israél. Esno.
• Que distaba poco de Siquém y de
Samaria en la Tribu de Manassés.
Ge-
nes.
XXXVfl.
!7·
.
3
¡Qué podía ganar este Rey comba–
tiendo contra el mismo Dios? Todo este
grande aparato sirvió solamente para cu-
res en lomas retirado de tu cámara
i.
13
Y
díxoles.: Id
y
v:ed don··
de está , para enviar a prenderle.
Y
traxéronle el aviso , diciendo:
En Dothán
2
está.
'
14
Envió pues allá caballos
y
carros y la fuerza de su exército:
y habiendo llegado de noche, cer–
caron la Ciudad
3,
15
Mas levantándose al ama–
nacer el criado
4
del hombre
de Dios ,
salien~o
:W_era , vió el
exército al rededor efe la Ciudad,
y los caballos y los carhs ; y
d
ió–
le noticiad!'! ello., diciendo: ¡Ay,
ay ,ay ,señor ·mio! ¿qué haremos?
16 Mas él le respondió:
Nó
temas ; porque mas son con no–
sotros, que con ellos
s.
17
Y
habiendo hecho oracion
Eliséo, dixo: Señor, abre los
ojo~
de este para que vea.
Y
abrió el
Señor los ojos del criado, y vió:
~y
he aq__uí el monte lleno de ca–
ballos y de carros de fuego al
rededor de Eliséo.
18
Mas los enemigos descen–
dieron a
él:
y Eliséo hizo oracion
al Señor, diciendo: Hiere , te rue-
brirle de confusion : sus tropas fueron a–
bandonadas a la discrecion de su enemigo,
y obligadas a reconocer que debían la li–
·bertad y la vida a la generosidad de aquel
a quien pretendían despojar de la una
y
de la otra.
"' Los Ss. Padres no cesan de alabar es–
tos ojos espirituales de Eliséo.
AMB.
Strm.r.
s
Si Dios está con nosotros , ¡quién
bastatá para derribarnos? ¡Qué consuelo
este tan grande para alentar a los verda–
deros siervos del Señor , aunque vean
conjurado contra sí el mundo entero! Na–
die puede dañar a aquel de quien Dios se
declara el Proteélor. Véase un lance igual
a este en el
Génesis
xxx11.
1.
2 .
quando
Jacob volvia de la Mesoporamia.
•