LIBRO QUARTO DE LOS
REY~S.
exclamavitque ille, et ait: ¡Heu,
heu, heu, domine mi! et hoc
ipsum mutuo acceperam.
6 Dixit autem horno Dei:
¿Ubi cecidit ? At ille monstra–
vlt ei
locum : praecidit ergo
lignum , et misit illuc: natavit–
que ferrum,
7 Et ait : Tolle. Qui exten–
dit manum , et tulit illud.
8 Rex autem Syriae pugna–
bar contra ·:rprael , consiliumque
iniit cam·
~rvis
suis , dicens : In
loco
illo
et illo ponamus insi–
dias.
· · . 9 Misit itaque vir Dei ad
Regem Israel, dicens : Cave ne
transeas in locum
illum : quía
ibi Syri in insidiis sunt.
10
Misit itaque Rex Israel ·
ad locam quem dixerat ei vir
Dei , et praeoccupavit eum , et
observ vlt s
ibi non semel ne–
que bis.
~~
Confurbatumque est cor
Regís Syriae
ro hao re : et
convocafs
servis
suis
,
ait:
¿ Quar non indic-aüs mihi quls
proditor mei sit apud Regem
Israel?
•
12
Dixitque unus servorum
eius : N equaq uam , domine mi
Rex , sed Eliseus Propheta qui
est in Israel , indicat Regi Is–
rael omnia verba quaecumque
•
Prueba de la suma pobreza en que
vivían ; porque ni renia hacha , ni dine–
ro para pagar la que había pedido pres–
tada ,
y
que se le había caído en el rio.
S.
GERÓNYMO
Epist.
IV.
ad Rustic.
•
El mango o palo del hacha se le ha–
bía quedado entre las manos , porque el
hierro se había salido
y
caído en el rio.
Este leño era symbolo de la Cruz de
tó, diciendo:¡ Ay, ay, ay, señor
mio! que esta la había yo tomado
prestada
r.
6 Y dixo el hombre de Dios:
¿Dónde ha caido? Y él le mostró
el sitio : cortó pues un palo·,
y
lo echó en el mismo lugar; y sa–
lió nadando el
hierro~,
,
7 Y dixo: Tómalo. El
exten~
dió la mano , y tomólo.
8 Mas el Rey de Syria ha:–
cia guerra contra Israél , y tuvo
consejo con ·sus Oficiales, dicien–
do : ·En tal y ta·l lugar
3
ponga..:
mos emboscadas.
9 Y el varon de Dios envió
a
decir al Rey de lsraél : Guárdate
de pasa? a t:_al lugar; porque los
Syros están allí en emboscada.
JO
Envió pues el Rey de Is.,
raél al lugar que le había dicho el
hombre de Dios, y ocupólo de
an~
temano ; y cen esta prevencion
se salvó allí no una ni dos veces
4.
~
1
Y desconcertó
el
espíritu
del Rey de Syria este suceso:
y
habiendo convocado a sus sier–
vos, dixo: ¿Por qué no me des–
cubrís quien es el que me hace
traicion
s
corf'lel Rey de Israél?
12
Y díxo uno de sus Oficia–
les: No es así, señor y Rey mio,
sino que el Propheta Eliséo que
está en Israél, descubre al Rey de
Israél todas las palabras que
habla~
Christo ; pues por ella nos libramos de
quedar sumergidos en el pecado, mediante
la aplicacion de su virtud p
or !Jsaguas del
Bautismo. S.
A
~rnR.deSacr.
L.II.
Cap. tv,
3
MS.
3·
E1z lugar ful
ano.Determi–
nando y señalándoles los lug3 rcs que aquí
no se expresan. El Rey de Syria Benadád:
4
Repetidas , o muchas veces.
5
MS. 7·
Nos mesturó.