LIBRO QUARTO DE LOS REYES.
2
r Et
secutus
est Giezi
post
tergum Naaman : quem
cum vidisset ille currentem ad
se , desiliit de curru in occur–
sum eius , et ait :
¿
Reétene sunt
omnia?
22
Et ille ait : Recre : do–
minus meus misit me ad te, di–
cens : Modo vcnerunt ad me
duo
adolescentes
de
monte
Ephraim ex filiis Propht:tarum:
da eis talen1(1m argeoti , et ve–
stes mutat<inas duplices.
23
Dixitqoe Naaman : Me–
lius est ut accipias duo talen–
ta. Et coegit eum , ligavitque
duo talenta argenti in duobus
saccis , et duplicia vestimenta,
et imposuit duobus pueris suis,
qui et portaverunt coram eo.
24 Cumque
venisset
iam
vesperi , tulit de manu eoru!I,J,
et reposuit in domo , dimisit-
que virC!>S ,
t abier nt:
·
25
Ipse
autem
ingressus,
stetít coram domino suo. Et
dixit Eli:s,eus
=i
nde venís, Gk
zí
?
Q
i
respondit : Non ivit
servus tuus quoquam.
26 At ille ait : ¿Nonne cor
meum in praesenti erat quando
1
MS. 7.
Descaturlg6.
El generoso
desinteres de Eliséo, que era tan propio
p ara
inspirar en el ánimo de N aamán
una alta
idea de la religion del verda–
dero Dios , es seguido al punto de un
exemplo enteramente contrario que da
¡u criado ,
y
que va encaminado a des–
honrar al Propbeta
y
a
la misma religion.
Eliséo protesta con juramento que no re–
cibirá de él nada;
y
Giezi jura al contra–
rio , que le ha
oc
sacar alguna cosa, Co–
mete un delito de simonía , vendiendo
de algun modo la grJoia de la curacion
21
Y Giezi fué siguiendo en
pos de Naamán: el que quando
le vió correr hácia sí , saltó
prontamente del carro
' para
venir a encontrarle ,
y
díxole:
¿Va todo bien?
,
22
Y él respondió: Bien: mi
señor me ha enviado a decirte:
Acaban de
llegar dos jóvenes
del monte de Ephraím de los
hijos de los Prophetas : dales un
talento de plata , y dos mudas
de vestidos.
23
Y dixo Naamán : Mas
vale que lleves dos talentos. Y
obligóle a ello , y ató dos talen–
tos de plata, y dos mudas de ves–
tidos en dos sacos, e hizo cargar
con ellos a dos de sus criados,
que los llevaron delante de él.
24 Y habiendo llegado quan–
do era ya de noche, tomólos de su
mano , y alzól9s en su casa , y des–
pidió a los hombres, y se fueron:
2
5
Mas él fué, y se presentó
a su señor. Y díxole El,iséo : ¿De
dónde vienes , Giezi? El respon–
dió : Tu siervo no ha ido a nin–
guna parte
z.
26 Mas Eli:iéo le dixo: ¿Pues
qué no estaba yo presente en es-
que so amo había hecho gratuitamente.
Miente dos veces ; la una por satisfJcer a
su avaricia ,
y
la otra por poner a cubier–
to su delito.
Incurre en un robo reci–
biendo de Naamán,
y
apropi:íodose una
suma de dinero que este señor tenia intcn–
cion de dar al Propheta :
y
se sirve del
nombre de Eliséo para hacer una cosa que
sabe que este santo hombre no puede mi–
rar sin horror. No permita el Señor que
haya en su I glesia quien siga el exemplo
y
los pasos de Giezi.
S.
AMnRos.
iu Luc.
IV.
• MS. A.
No
fu~
,
1#
Jubré.