LIBRO
QUARTO DE LOS REYES.
xerant de terra Israel puellam
tiva de tierra de lsraél a una mo-
parvulam quae erat in obsequio
zuela que servía a la muger de
uxoris Naaman,
Naamán,
3
Quae
ait
ad
dominam
3
Ella dixo a su señora: Oxa-
suam : Utinam fuisset dominas
Iá
hubiera ido mi amo a ver el
meus ad Prophetam qui est
in
Propheta que está en Samaria: sin
Samaria : profeéto curasset eum
falta le hubiera curado de la lepra
a
lepra quam habet.
que tiene.
4
Ingressus est itaque Naa-
4
Con esto Naamán entró
a
man ad dominum suum , et nun-
ver'
a
su señor, e informóle, di-
ciavit ei , di¿ens : Sic et sic lo-
ciendo: Esto y esto ha dicho la
cuta est
pu~fa
de terra Israel.
muchacha de tierra de Israél.
5
Dixitque ei Rex Syriae:
·5
Y díxole el Rey de Sy-
Vade, et mittam litteras ad Re-
ria: Ve , que yo remitiré car-
gem Israel. Qui cum profeétus
ta al Rey de Israél. Y él partió,
esset , et tulisset secum decem
llevando consigo diez
talentos
talenta argenti , et sex millia
de plata , y
seis mil monedas
aureos , et decem mutatoria ve-
de oro
z,
y diez mudas de ves-
stimentorum,
tidos
3,
6
Detulit litteras ad Regem
6
Llevó una carta para el Rey
Israel in haec verba : Cum ac-
de ls¡aél en estos términos: Por
ceperis epistolam
anc , scito
esta carta que recibirás , te ha-
quod miseri
a
te Naaman ser-
go saber que te he enviado
~
vu!l' meum , ut cures eum
a
le-
Naa~án
mi criado, para que le
pra sua.
e
res de su lepra.
7
Cumque legisset Rex
Is-
7
Y
quando leyó la carta el
rae! lit eras , scitli
vestimen-
Rey eje lsraél, rasgó sus vestidu-
ta sua, et ait: ¿Numquid Deus
ras, y dixo: ¿Soy yo por ventura
ego sam , ut occidere possim
Dios, que puecAl quitar la vida o
et vivificare , quía iste misit
darla, puesto que este me ha en-
ad me, ut curem hominem a le-
viado a decir, que sane4 a un hom-
pra sua ? animadvertite et vi-
bre de su lepra? considerad y co-
~,........_,
lo que era eomun entre los Arabes. Los
Syros , Philisthéos , Iduméos , Moabitas,
Amonitas y otras Naciones vecinas infes–
taban freqiientemente la tierra de I sraél
con semejantes correrías. Infra
xx1v.
2.
ludie. xr. 3·
...
•
Su grande crédito le daba fácil en–
trada al Rey , aunque por estar leproso
le hablaria sin que se acercase a él.
•
Los diez talentos de plata valen dos–
cientos treinta
y
seis mil quatrocientos
y
setenta reales con veinte maravedís :
y
los
seis mil siclos de oro , mas de trescientos
y
treinta un mil reales.
3
Diez pares de vestidos , esto
e~,
diez túnicas ,
y
diez mantos ; porque
el vestido constaba de túnica
y
de man–
to. Otros : Diez vestidos mas precio–
sos.
4
Pero sabia que habiJ un Pmpheta
en su Reyno, por quien Dios obrab,t
to–
dos los dias grandes prodigios :
y
que
aquel que
habi~
salvado la vida a tres exér–
citos que iban a perecer de sed , podria
así mismo curar a un hombre de su lepra;
particularmente en
aquella oca ion en
que se trataba de hacer brillar la gloria
del nombre de Dios entre los Infieles• .·