CAPITULO
III.
Jius Saphat, qui fundebat aquam
super manus Eliae.
12
Et ait Iosaphat: Est apud
eum sermo Domini. Descendit–
que ad eum Rex Israel, et Io–
saphat Rex luda, et Rex Edom.
13 Di xit autem Eliseus ad
Regem Israel : ¿Quid mihi et
tibi est ? vade ad Prophetas pa–
tris tui et matris tuae. Et ait
illi Rex Israel : ¿Quare congre–
gavit Dominus tres Reges hos,
ut traderet eos in manus Moab
'?
14 Dixitque ad eum Eliseus:
Vivit Dominlls exercituum , i:n·
cuius conspeétu sto', quod si non
vultum Iosaphat Regís
Iudae
erubescerem , non attendissem
quidem te ,, nec respexissem.
15
Nunc
autem
adducite
mihi psáltem. Cumque caneret
psaltes, faél:a est
supe~
eum ma–
nus Domini , et ait:
r Que servia a
E
Has.
E:
'séo no con–
tento de ser discípulo ,
-rcríia a
grande
IJOnra- el servirle en los ministerios mas
IJUmi ldÚ. La modestia
.W:
E lías no exigía
de él estos servicios; mas la fe
y
hllmil–
dad de Eliséo creían debedo todo a un
Propheta tan favorecido del Señor.
• Quiere decir : Este es un verdade–
ro y fiel Propheta del Señor.
·
3
Este hombre en quien án tes no se
pensaba , en un momento es el único t'e–
curso que encontraron tres R eyes que es–
t aban en peligro de perecer. Por su parte
so~tuvo
el caráéter de un discípulo, ani–
mado del Z'clo , y lleno del espíritu de E–
lías. Solaníenre respetó la virtud:
y
la im–
piedad sobre el throno, aun a la fi·ente de
un poderoso exército , le pareció digna
del mayor desprecio.
•
Esras palabras dan lugar a.que pen–
semos que el Rey de l s1·aél no babia ex–
termit)ado aun el culto de Baal
y
de Asra–
róth, que eran las di1•inidades de Acáb
y
de Jezabél, y que no puso en execucion
Tom.lll.
Aquí está Eliséo hijo de Saphát,
que daba aguamanos a E!ías
1 •
12
Y dixo Josaphát: En él
hay palabra del Señor
z.
Y fuéronse
a él
3
el Rey de Israél , y Josa phát
Rey de Judá , y el Rey de Edóm.
13 Y Eliséo dixo íll Rey deIs–
raél : ¿Qué tengo yo que ver con–
tigo? ve a los Prophetas de tupa–
d~
y de tu madre
4 •
Y respondió
el Rey de Israél: ¿Po' qué ha jun–
tado el Señor estos tre .E.eyes,
pa–
ra entregarlos en
mano~
e Moáb?
14 Y Eliséo le respondió: Vi–
ve el Señor de los exércitos, en
cuya presencia estoy , que si no
respetara la persona de J osaphát
Rey de Judá , no te hubiera aten–
dido, ni aun siquiera mirado.
1
5
Mas ahora traed acá un ta–
ñedor de harpa
s.
Miéntras este
cantaba a la harpa • la mano del
•señor vino sobre él
6 ,
y dixo:
este so designio hasta el
~o
de esta guerra.
¡
Dios no hab'a revelado aun a Eli–
séo
el
motivo que h abia traído aOí a aque–
llos tres Reyes. El Prophet1 para invo–
car al E spíritu Santo mandó que hiciesen
venir uno de aquellos cantores sagrados
que acompañaban con el sonido de los
instrumentos los divinos cántit:cs
de
Da–
vid, y que verisímilmentc llcl';tba J osa–
phát entre los de su comitiva . .El l>ro–
pheta se sirvió de esre med io para inftin–
dir en los asisten tes un respeto mas pro–
fundo hácia la Magestad Divina ,
y
para
elevar él su corazon a Di9s , preparándo–
se para recibir el espíritu prophético que
esperaba. S. GREGOR.
1-fom. r. i11 Ezech.
6
Esta es una manera de hablar que
explica la impresion y accion del Espíri–
tu Santo sobre el alma ,
y
aun
sobre el
cuerpo del Propheta. Se le veí.t entónces
como fuera de sí mismo, encendido el ros–
rro , mud3do en otro hombre , ani m:tdo de
otro espíritu, hablar
y
moverse con un ay–
re y autoridad sobre humana. TuEouoRET.
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