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CAPITULO l.
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rnariae , et dices ad eos : ¿Nu
m–
quid non est Deus in
Israel , uteatis ad consulendum
Beel:z.ebubdeum Accaron?
4
Quam ob
rem haec dicit
D omlnus : De
leétulo
super
q uem ascendisti, nón descendes,
sed morte morieris. Et abiit Elias.
5
Reversique sunt nuncii ad
Ochoziam. Qui dixit eis:
a
Quare
reversi
estis ?
6
At
illi
responderunt ei:
Vir occurrit nobis , et dixit ad
nos : Ite, et revertimini ad Re–
gem qui misit vos, et dicetis
ei: Haec dicit Dominus: ¿'Num–
quip guia non erat Deus in Is-·
rael, mittis ut consulatur Beelze–
bub deus Accaron? Idcirco de le–
él:ulo. super quem ascendlsti, non
-descendes, sed rnorte morieris.
· 7
Qui dixit eis. ¿Cuius
ñ–
gurae et habitus est vir Hle qui
~
occurrit vobis , et locutus est
verba haec?
·8 At illi dixeru.n t : Vi pi–
losus , et zona pellitea acciQ–
él:us
renibus. Qui ait : Elias
Thesbites est.
9
Mlsitque ad eum quinqua–
genariuni Principem , et quin–
quaginta qui erant sub eo. Qui
•
.MS.
3·
¿ Q~ttíl
n
la f acciolt?
•
El. Hebréo :
Señor o pqu cdor de
.pelo
¡
est9 es , de cabello ; y barba larga
y
desaliñada. Así lo expone
S.
G .ERÓNYMO
i/J, E z ech. xxxv.
Otros quieren q!Je fuese
el vestido con que iha cubierto , hecho
de la piel de algu'na bestia con su pelo
como de camello , semejante al que usan
nuestros pastores ; y añaden que este era
propio de los Prophetas.
H ebr. xr. 37'·
El Evangelio MATTH.
nr.
4· nos repre–
senta a S. :Juan Bautista vestido de la mis–
ma manera que Elías. De este modo es-
Toro. III.
ria, y les dirás:¿ Pues qué no hay
Dios en Israél, que vais a con–
sultar a Beelzebúb dios de Aca–
rón?
4
Por lo qual esto dice el Se–
ñor: De la cama en que subistet
no descenderás, sino que morirás
de muerte.
Y
fuése Elías.
5 Y
volviéronse los mensage–
ros a
Ocoz~s.
El '\ual les dixo:
~Por
qué os habeis uelto?
6 Y
ellos le res
p.
dieron:
He·
mos encontrado un hom re' y nos
ha dicho : ld , y volved al Rey
que os ha enviado,
y
le direis:
Es~
, to dice el Señor: ¿Qué acaso no
habla Dios en Israél, que envías
a consultar a BeeJ.zebúb dios de
Acarón? Por eso de la cama en
que subiste, no descenderás, sino
que morirás de muerte.
7
Y
él les dixo: ¿Qué ñgura
s:
y trage tiene aquel hombre que se
os ha puesto delante, y ha· profe–
.rido estas palabras?
.8
Y
ellos le respondieron : Un
hombre velloso .. , y que va ceñi–
do en sus lomos de ltna correa de
cuero. Él dixo·: Elías Thesbita es.
9 Y envió a él un Capitan de
cincuenta
3
hombres, con los cin–
cuenta que estaban a sus órdenes,
tos dos Prophetas , los mayores que se
han conocido en el mundo , honraban su–
ministerio con el amor de una pobrez:t–
tan extremada , mostrando así a los Mi–
nistros del Señor quán graudc ha de ser
el desprendimiento que han de tener de
todas las cosas de este mnndo , si han de·
anunciar con libertad las verdades que les
están encomendadas ,
y
si procuran de
ve–
ras lograr el fruto de su predicacion.
5
MS. 8.·
Ci/J,qztngm ario.
Y lo envió.
. con órden sin duda de llevarle por fnerz\\,
a; u presencia , si no queria de su grado;.
.
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