CAPITULO X
XII.
43I
CAP I
TUL
0 XXII.
El Rey A cáb engañado de qttntrocientos prophetas falsos
,
y
no )dando
c1·édito a Miquéas que le vaticina su derrota
y •
mue~te ,
sal-e contra
tos Syros a Ramóth de Galaad, acompaíiado de J osaphát Rey de Ju–
dá
;
y muere alli atravesado de una saeta. A Acáb sucede su hijo Oco–
zias
;
y
a Josapbát suade su hijo Jorám.
1
T
ransierunt
Q
igitur tres
anni absque bello ínter Syriam
et Israel.
2
In anno autem tertio des–
cendit Iosaphat Rex luda adRe–
gem Israel.
3 Dixitque Rex Israel ad ser–
vos suos : ¿ Ignotatis quod no–
sera sit Ramoth Galaad , et ne–
gligimus tollere eam de manu
Regis Syriae ·?
4 Et ait ad Iosap :at: ¿V.e–
niesne mecum ad praelia d¡qm
in Ramoth Galaad?
5 Dixitque Iosaphat ad Re–
gem Israel : Sicut ego llum, ita
et tu : Populus meus et Popu–
lus tuus unum sunt : et equi–
tes mei , equite tui. Dixitque
Iosaphat ad Regem Israel: Quae–
re , oro te , hodie sermonem
Domini. .
6 Congregavit ergo· Rex Is–
rael prophetas , quadringentos
1
Desde el ajuste hecho entre Bena–
dáb
y
Acáb.
• Con quien vivia en bueoa inteligen–
cia ;
y
aun se cree que habia hecho casar
a su hijo Jorám con Athalía, hija de A–
cáb
y
de J ezabél. El Se.ñor reprehendió
a
Josaphát esta amistad
y
enlace. por medio
del Propheta Jehú , como veremos mas
adelante.
II.
Paralipom.
XlX.
1. 2.
1}
II.
Par'ali¡.
XVIII·~·
1
P
:saron
pu~~
tres años
1
sin guerra entre
l~~ria
e Is–
raél.
2
Mas el año tercero Josa–
phát Rey de J udá descendió a
verc al Rey 'de Israél
2
,
3 Y dixo
<el
Rey de lsraél a
sus siervos: 2No sabeis queRa–
móth de Galaad es nuestra a , y
no nos cuidames de quitarla de la
mano del Rey de Syria?
4 Y dixo a Josaphát: ¿Ven–
drás conmigo a pelear con'tra
Ra!lllóth de GaJaad
?
.
5 Y
tespondió Josaphát a1
Rey de IsraéJ
~Lo
que yo soy,
eso eres tú
4 :
mi Pueblo y tu
Pueblo son una misma cosa ; y
mi caballería es tu caballería.
Y dixo J osaphát al Rey de Is–
raél : Consulta , te ruego , hoy
lo que dice el Señor.
6 Juntó pues el Rey de Israét
los prophetas , cerca de quatro-
3
Esta Ciodad era probablemente una
de las que Benadád debía restituir a Acáb
por el último tratado. Pero Benadád des–
pues de tres años no había cumpliao este
artículo , no pudiendo resolverse
a
enage–
narse de una plaza de tanta tonseqiiencia.
4
Como si dixera : Mi voluntad es la
tuya;
y
todos nuestros intereses son
UllOi
• ¡;nismos
¡
y
puedes contar cou todo.