)
LIBRO TERCERO DE LOS REYES.
genti pretium
quanto digna
es
t.
3 Cui respondit Naboth:Pro–
pitius sit mihi Dominus, ne dem
he~editatem
patrum meorum tlbi.
.
4 Venit ergo Achab in do–
muro suam indignaos et freo–
deos, super verbo quod locutus
fuerat ad eum Naboth lezrahe–
lites , dicens : Non dabo
tibi
hereditater:l¡ patrum meorum. Et
pmiiciens
G
in leétulum· suurn,
avertit
tiem suam ad parle–
tero , et non comedit panero.
5
lngres~a
est autem ad eum
lezabel uxor sua , dlxitque el:
¿Quid est hoc , unde anima tua
contristata est? et quare non
comedís panem?
.
P.
Qui respondit ei : Locu–
f[s sum Naboth lezrahelitae, et
dixi el : Da mihi vlneam tuam,
accepta ¡reouoia : aut si tibi pla-'"
cet , dabo
tibl vineam melio–
rem pro ea. Et ille ait : Non
daba tib" vineam meam.
7 DJxi:t ergo
ad
eum leza–
bel uxor eius : Grandis au&ori–
tatis es, et bene regís Regnum
Israel. Surge , et comede panem,
et aequo animo
es~o
, ego da–
ba tibi vineam N aboth lezrahe–
litae.
8 Scripsit itaque litteras ex
nomine Achab, et slgnavit eas
1
Esto lo decía porque mandaba Dios,
Lev. xxv.
22. 2
3· que no se enagenasen las
heredades para siempre. Nabóth era del
nómero de aquellos Israelitas espirituales,
que llenos de las mismas miras
y
deseos
que Jos Patriarcas, registraban en la tier–
ra de vromision una imágen del Cielo.
Por esto vender un bien que tenia por
1ucesion paterna , era a los ojos de su fe
desheredarse vol¡¡ntariamente por
UD
trá.-
te pa.garé en dinero lo que va–
li'ere.
3 N abóth le respondió: Guár–
deme el Señor , de que yo te dé la
heredad de mis padres
1 •
4 Y se fué Acáb a su ca–
sa
indignado y
lleno de
fu–
ror
2
,
por la palabra que le ha- ·
bia
respondido N abóth J ezra–
helita, diciendo: No te daré la
heredad de mis padres. Y echán–
dose en su cama, volvió su ros–
tro hácia la pared, y no quiso
comer.
5 Y entró a verle J ezabél
su muger , y díxole : ¿ Qué es
esto , qué motivo
tienes para
estar triste ?
¿
y por qué no
tomas alimento?
6 Él la respondió: He habla–
do a Nabóth Jezrahelita, y le he
dieho: Dame
~u
viña, y toma su
precio : o si te agrada , te daré
en cambio de ella otra viña me–
jor. Y él me ha respondido: No
te daré mi viña.
7
Entónces le dixo J ezabél su
muger : Grande por cier
to estu
autoridad
3
,
4Z'
gobiernas
bi.enel
Reyno de Israél
4 •
Levá
ntate, y
toma alimento,
y
ten buen áni–
mo
s,
que yo te daré la viña
de Nabóth
Jezrahelita~
, ,
8
Escribió pues una carta
en nombre de Acáb ,
y
sellóla
lico sacrílego ,
y
renunciar a la posesion
de la heredad del Cielo ,, de la qua! era
ella el symbolo y la prenda que poseía.
2
MS. 3·
E cuydoso.
3
Que
DO
puedes concluir un nego–
cio de tan' poca monta.
4
Permitiendo que tus vasallos en vez
de respetar la Real autoridad , tengan
la
osadía de oponerse a lo que
tú
quieres.
s.
MS. 8.
E
estrí pagado.