CAP 1 T U L O
XX.
4
2
r
24 Tu ergo verbum hoc fac:
24 Haz pues
tú
de este modo:
Amove Reges singulos .ab exer- H az retirar de tu exército todos
citu tuo , et pone Príncipes pro
los Reyes ' , y pon en su lugar
eis:
tus primeros Oficiales:
25 Et instaura
numerum
25 Y reemplaza el núme-
militum qui ceciderunt de tuis,
ro de tus soldados que han
et equos secundum equos pri- muerto , y los caballos como
stinos , et currus secundum cur- eran los de ántes , y los carros
rus quos ante habuisti: et pu- como los que tuviste primero: y
gnabimus contra eos in campe- pelearemos contra
~
los en los
stribus , et videbis quod obti- llanos, y verás que
vencere-
nebimus eos. Credidit consilio
mos. Abrazó su conse , e h.ízo-
eorum , et feci t ita.
lo así.
26 l gitur postquam annus
26 Luego pues que pasó un
transierat , recensuit Benadad
año, hizo Benadád la revista
2
de
Syros , et ascendit in Aphec ut los Syros, y subió a Aphéc
3
pa-
pugnaret contra IsraeL
ra pelear contra Israél.
27 Porro filii Israel recen-
27 Y se hizo tambien revista
si
ti
sunt , et acceptis cibariis,
de los hijos de Israél, y habiendo
profeéti ex adverso , castra- tomado víveres
4,
fueron a encon-
\
que metati sunt c0ntra eos,
trarlos , y acamparon enfrente de
quasi duo parvi greges capra-
a
ellos-, como dos pequeños rebaños
rum : Syri autem
repleveru~t
de cabras
s
:
mas los Syros cu-
terram.
bl\ieron la tierJ·a.
28 Et accedens unus vir
28 Y acercándose un hom.:..
Dei , dixit ad R gem Israel:
bre de Dios ,
~ixo
al Rey de
~
los vientos , los montes ... tenian sus di–
vinidades particulares ,
CUJ'O
poder no se
extendia mas allá de los ltmites de su ju–
risdicion. A este moJo los Syros creyen–
do que el Dios de I sraél era
el
Dios tute–
lar de los montes de aquella · region ,
y
que por esto ellos habian sido vencidos,
determ inaron pelear el año siguiente en
las llanuras, a donde se persuadieroñ que
no alcanzaba el poder de este Dios.
1
T al vez porque mostraron cobardía,
y
fueron los primeros que volvieron las
espaldas , arrastrando con su exemplo a
toda su gente.
• MS. 7·
Piso
alarde.
3
Ciudad de la Celesyria. Véase Jo–
SUB XI X. JO.
4
El Hebréo
·.'7'?7?1
vecholke!Jí.
Lo
que puede tener dos sentidos ,
y
r;,dcula–
dos
,
o reducidos a cálculo
,
o todos jun–
tos ,
no faltó ni siquiera uno de los que
habian asistido a la guerr,a del año prece–
dente. O bien este otro :
Y tomando
ví–
veres
les salieron al encuentro ... Esta
signilicacion siguió S.
GERÓNYMO ,
y en
esta misma se toma en el Cap.
V III.
4·
s
Comparados con los Sy ros. ¿Pero
cómo es que erao en tan corto número,
habiendo avisado el Prophera a Ad.b un
año ántes para que
estu vi~se
prevenido? El
Rey de Judá ocupaba muchas Ciudades
que Asa habia quitado a los I sraelitas : el
de Syria hab ía tomado otras quando Asa
le llamó contra Baasa: muchos Israelitas,
los Levitas y Sacerdotes se habian pasado
al R ey no de Jud.í por causa de la reli–
gion , tanto en tiempo de R oboam , co–
mo en el de Asa padre de Josaphát. De
lo que se ve quán poderosa es
la
pie–
dad,
y
el verd .•dero culto d..: Dios para
establecer
y
fortificar los Reynos ; al paso
que la impiedad los ·destruye
y .
acaoa.