CAP 1TUL O
XVI
IJ.
5
Dixit ergo Aéhab ad Ab–
diam: Vade in terram ad uni–
versos fontes aquarum et in cun–
étas valles , si forte possimus in–
venire herbam, et salvar-e equos
et mulos , et non penitus iumen–
ta intereant.
6 Diviseruntque sibi regio–
nes , ut circuirent eas : Achab
ibat per viam unam , et Abdias
per viam alteram seorsum.
7 Cumque esset Abdias in vía,
Elias occurrit ei: qui cum cog–
novisset eum, cecidit super fa–
«;:iem suam, et ait: ¿Num tu es,
domine mi , E lías?
. 8 Cuí ille respondit: Ego.
Vade, et die domlno tuo: Ad-
est Elias.
'
9 Et ille: ¿Quid peccavi, in–
quit, quoniam tradis me servum
tuum in manu Achab ut inter-
ficiat me?
·
10
Vivit Dominus Deus tuus,
quía non est gens aut
egnum
quo non miserit dommus meus
te requirens: et respon entibus
cunétis: Non est hic: adiuravit
Regna singula et
~tes,
eo quod
minime reperireris.
11
Et nunc
tn dicis mihi:
Vade , et die domino tuo: Ad-
est Elias.
·
12
Cumque
recessero
a
te,
Spiritus Domini asportabit te in
1
tener parte en la prevaricacion , conser–
var la pureza de la fe y del culto divino,
dar abrigo a los siervos de Dios injusta–
mente perseguidos, acud ir con sus cuida–
dos y bienes a su subsistencia , er.a la obli–
gacion de Abdías,
y
de los otros
J
sraeli–
tas que como él estaban llenos del temor
de Dios.
'
1
Algunos confunden a este Abdias
5 Dixo pues Acáb a Abdias ':
Da una vuelta por la tierra a to–
das las fuentes y a todos los va–
lles , por si acaso podemos ha–
llar yerba , y conservar la vida
a los caballos y mulos , y no pe–
rezcan del todo las bestias.
6 Y se repartieron entre sí las
provincias para recorrerlas: Acáb
iba por un camino , Abdías se–
>paradamente por otr camino.
7 Y estando Ab
en el ca-
mino , salióle
al
encue
ro Elías:
y habiéndole aquel conocido, pos–
tróse sobre su
rostro , y dixo:
¿Eres tú E lías , señor mio?
8 Y él le respondió: Yo soy•
Anda , y dí a tu señor : Aquí
está Ellas.
9 Y él dixo: ¿En qué he pe–
cado yo, que me entregas a mí
tu sie1.1vo en mano de Acáb pa–
ra que me mate?
10
Vlve el Se.(íor Dios tuyo,
que no hay Nacion ni Reyno a
donde no haya enviado mi señor
a buscarte; y resp0ndiendo todos:
No está aquí ; ha conjurado "
uno por uno a ·los R eynos y Na–
ciones, porque no te hallaban.
II
Y ahora tú me dices a mí:
Vé , y di a tu señor : Aquí está
Ellas.
12
Y quando yo me habré a–
partado de
tí,
el Espíritu del Se-
con el quarto de los
Prophet~s
menores
que tiene el mismo nombre. Otros sostie–
nen que era el marido de la mnge>' de Su–
n:ím, en cuya casa estabJ hospedado el
Propheta E liséo.
• Ha hecho las mas exqui
<it.tspesqui–
sas para saber el
logar d.,
tu
p.
~r.tdero,
conjurando a todos para que lo mani–
festasen ,
y
te entregasen a sus Ministros.