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LIBRO TERCERO DE LOS REYES.
de novissimis Popqli sacerdotes
excelsorum : quicumque volebat
implebat manum suam, et fiebat
sacerdos excelso rum.
34
E t
pro[Jter hanc causam
peccavit domus Ieroboam , et
eversa est et deleta de super–
ficie terrae.
y
e al bien de 1
j;;¡
que aman a Dios , del
mismo
modofi,~o,
aun los beneficios de
D ios , ocasiorfan el endurecimiento
y
rui–
na de los impíos , por el abuso que de
ellos hacen. Los Pharaones
y
los Jero–
boames no deben apartarse de los ojos de
todos los Christianos , como exemplos de
un<t verdad tan terrible.
'
Como se presentaban sin eleccion
y
sin examen de sus costumbres , doé.l:ri–
na
y
linage.
• V enia con una hostia para sacrifi–
c;arla ,
y
con
l<~s
insignias sacerdotales.
creó sacerdotes de los altos a Jos
ínfimos del Pueblo ' : todo aquel
que queria henchia su mano
2
,
y
era hecho sacerdote de los altos.
34 Y por esta causa pecó la
casa de Jeroboam,
y
fué destrui–
da
y
exterminada de la superfi–
cie de la tierra
3.
Otros trasladan :
I mplebat
mmmm m am,
esto es ,
manum I erobMmi
,
haciéndo le
presentes para conseguir de él el sacer–
docio. S.
H IERON.
in Cap . rv. Osee.
Pe–
ro el sentido propio de esta phrase en la
Escritura :
Implere mamtm alicuius
,
es:
D estinar alguno al sacerdocio, poniéndo–
le en la mano la hestia ,
y
lo demas que
pertenecía al sacrificio. V éase el
Exódo
XXVIII .
41. Que significa lo mismo que
consagrar la mtUzo.
3
V einte y dos o veinte
y
tres años
despues de su rebelion.
CAP I TUL
b
XIV.
La
m!ige~
e J..e.roboam conrsulta al 'Propbeta Ahfas sobre la
er~fermedad
de su iJ{jo. El Propbeta fe intima la muerte deJ hijo y el exterminio
de toda
JU
familia. Jll uere Jeroboam, y le sucede su hijo Nadáb. S e–
sác Rey ae Egypto saquea la casa del Señor en J etf7alem. Muere Ra,–
hoam
,
y sucede su hijo Abía.
1
In tempore illo aegrota–
vit Abia filius Ieroboam.
2
Dixitque Ieroboam uxori
suae: Surge, et commuta habi–
tum , ne cognoscaris quod sis
uxor Ieroboam : et vade in Silo,
ubi est Ahias Propheta, qui lo-
• E s muy probable que esto acae–
ciese en los últimos años del reynado
de J croboam.
• Temía que el Propheta indigna–
do contra él por su apostasía , se ae-
r En aquel tiempo
1
enfer–
mó Abía hijo de Jeroboam.
2
Y dixo Jeroboam a su mu–
ger: Ve,
y
muda de vestido
2
,
pa–
ra que no te coóozcan que ere la
muger de J eroboam :
y
ve a Silo,
en donde está Ahías Propheta , el
gase a darle respuesta ; como si el que se
suponía tener luz para reconocer la suer–
te de aquel jóven , no la tuviese igoal
para saber con certidumbre quién era ht
que venia a consultarle.