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C A

P 1 T U LO X1H.

via, alt: Vir Dei est qut In–

obediens fuit ori Domini , et

tradid it eum Dominus leoni ,

et

confregit eum , et occidit, iuxta

verbum Domini quod locutus

est ei.

27

Dixitque ad filios suos:

Sternite mihi asinum. Qui cum

stravissent,

28

Et ille abiisset , invenit

c¡1daver eius proieétum in vía,

et asinum et leonem stantes

iuxta cada ver : non comed it leo

de cadavere , nec laesit asinum.

29

Tulit ergo Prophetes ca–

daver viri Dei , et posuit illud

super asi num , et reversus in–

tu lit in Ci vitatem Prophetae se–

nis ut plangeret eum.

30 Et posuit cadaver eius

ín sepulchro su0,

planxerunt

eum:

¡

Heu , heu , i fraten!

31 Cumque plan IJ)sent eum,

dixit ad filias suos

~

Cum mor–

tuus fuero , sepelite me in e–

pulchro in quo vi

~ei

sep:ultus

est : iuxta ossa eius ponite ossa

mea.

32 Profeél:o

im veniet ser-

roo quem praedixit in sermone

Domini contra altare quod est

in Bethel, et contra omnia fana

excelsorum quae sunt 'in Urbi–

bus Samariae.

33 Post verba haec non est

reversus leroboam de via sua

pessima ; sed e contrario fecit

• De sí, que era el Proplieta anciano.

Convencido este

Propheta.de

:¡ la ver–

dad de las predicciones del hombre de

Dios , le hizo un entierro honorífico ,

y

quiso ser enterrado en el mismo sepulcro,

para que no se tocase a sos huesos quan–

do fuesen quemados los de los otros so-

ver del camino, dixo: El hombre

de D ios es que desobedeció a la

palabra del Señor ,

'y

el Señor

lo

entregó a un leon que le despe–

Clazó ,

y

mató , conforme a la pa–

labra que el Señor le habló.

27

Y

dixo a sus hijos: Apa–

rejad me el asno. Ellos se lo apa–

rejaron,

28 Y

él salió, y alió su cadá–

ver tendido en el

e

ino, y el as–

no y elleon que est W¡n junto al

cadáver: elleon no h1l>ia tocado

al

cadáver, ni dañado al asno.

29

Tomó pues el PropheUl el

cadáver del hombre de D ios, y

cargóle sobre el asno, y volvién–

dose llevó le a la Ciudad del Pro–

pheta

ancia~o -'

para llorarle.

30

Y

puso el cadáver en su

sepulcro , y lloráron,le d.iciendo:

¡Ay, ay, hermano mio!

31

Y

despqes de haberle llo–

rado, dixo a sus hijos : Quando

yo muriere, enterradme en el se–

pulcro en que ha sido enterrado

el "hombre

Cie

Dios ; poned mis

huesos a par de sus huesos.

32 Porque ciertamente secum–

plirála palabragueanuncióde par–

te del Señor contra el altar que es–

tá en Bethél, y contra todos los

templos de' Íos altos que hay en

las Ciudades de Samaria

2

,

33 Des pues de estos hechos no

se convirtió

J

eroboam de su malí–

sima vida

3 ;

sino por el contrario

bre

los

altares consagrados a los ídolos.

Lo que sucedió , como veremos en la his·

toria de Josías.

JV,

Reg.

XXTJI.

r8.

· 3

Asombra verdaderamente como des•

pues de tantos beneficios

y

prodigios per–

ma'nece Jeroboam ,

y

muere obstinado eo.

su dureza. Pero así como todo contribu-