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LIBRO TERCERO DE LOS REYES.
lem , stetit coram Arca foederis
Domini , et obtulit holocausta,
et fecit viétimas pacificas , et
grande convivium universis fa–
mulis suis.
16
Tune venerunt duae mu–
lieres meretrices ad Regem , ste–
teruntque coram eo,
17
Quarum una ait : Obse–
cro , mi domine : ego et muller
haec habitr.bamus in domo una,
et
peper~
apud eam in cubícu–
lo.
18 Tertia autem die post–
quam ego peperi, peperit et haec:
et eramus simul, nullusque alius
nobiscum in domo, exceptis no–
bis duabus.
19 Mortuus est
aut~m
filius
mulieris huius noél:e : dormiens
quippe oppressit eum.
20
Et
co~:~s ~<::os
intempe–
stae noétis silentio , tulit filium
meum de latere mep ancillae tuae
domÍientis , et collocavit
in
si–
nu suo: suum aute
filium qui
érat mortuus, posuit ·n sinu meo.
21
Cumque surrexissem ma–
ne ut
arem lac filio meo, ap–
paruit mortuus : quem diligen–
tius intuens clara luce , depre–
nendi non esse meum quem ge·
nueram.
22
Responditque altera mu–
lier : Non est ita ut dicis , sed
comprehender que Dios le había hablado
durante el sueño. Uno de los principales
caraél:eres por donde se distinguen los sue–
lios divinos )' milagrosos, de los natura–
les
y
ordinarios, es la distincion con que
se perciben los objetos. Dios en este sue–
ño milagroso teniendo en suspension los
sentidos de Salomón , por lo que mira
&
los objetos exteriores , como sucede en el
rusalem , se presentó delante del
Arca de la aliam.a del Señor , y
ofreció holocaustos y víél:imas pa–
cíficas, e hizo un grande banque–
te a todos sus siervos.
r6 En aquella sazon vinieron
dos mugeres rameras al Rey, y se
presentaron delante de él,
17
Y una de ellas dixo: Ven–
go a suplicarte, señor mio: esta
muger y yo vivíamos juntas en
una misma casa, y yo parí en el
mismo quarto donde ella estaba.
18 Y tres dias despues de ha–
ber parido yo, parió tambien ella:
y estábamos juntas, y ningun otro
con nosotras en la casa , solamen–
te nosotras dos.
19 Y el hijo de esta muger
murió una noche ; porque dur–
miendo le ahogó.
20
Y levantándose en silen–
cio a una hora intempestiva de la
noche
1
,
tomó mi hijo del lado de
tu sierva que dormía, y púsolo en
su -seno : y dexó a mi lado su hijo
q.ueestaba muerto.
21
Y habiéndome incorpora-
•
do por la manana para dar de ma-
mar
2
a mi hijo , hallélo muerto:
y mirándole con mayor cuidado
a la claridad del dia, reconocí que
no era el mio qpe yo había parido.
22
Y respóndió la otra mu–
ger : No
es
así como dices,
si-
sueño ordinario , le dexó entero el uso de
la razon,
y
libertad para atender a lo que
le decia ,
y
¡>ara responder al Señor , pi–
diéndole segun sus vivos deseos un bien
preferible a todo lo que Jos hombres car–
nales estiman sobre la tierra. V é.tse S. A–
GUST.
de Genes. ad litt. Lib.
XII.
Cap. xv.
• El Hebr.
y
los
Lxx.
A
media
uoch~.
•
FBRRAR.
Para aüchar.