· CA P 1
T
U L
O
11 l.
30(
que filiain- eius , et adduxit in Ci–
vitatem David, donec comple–
ret aedificans domum suam et
domum Domini •, et murum Ie–
rusalem per circuitum.
2
Attamen Populus immola–
bat in excelsis : non enim aedi–
ficatum erat Templum nomini
Domini usque in diem illum.
3 Dilexit autem Salomon Do–
minum ,
ambul~ns
in praeceptis
David patris sui , excepto quod
in excelsis immolabat et accen–
debat thymiama.
prohíbicion que Dios habia puesto en su
Ley .a los I sraelitas ,
Deuter. v
11.
que no
se casasen con mugeres extrangeras , se
entendia principalmente de las que habi–
taban en la tierra de Canaan : y aunque
en r. EsDRAS rx. se extiende de algun
modo a las otras
N
acione ; pero esto se
debe entender con alguna
imita ion,
es–
to es , sino abrazaban la relig{on del
et:–
dadero Dios : y esta excepcion se prueba
con diversos exemplos que se refieren en
las Escrituras. De esto, y tle o qu
e di–
ce inmediatamente en el
v.
.
Que Salo–
món amó al
Señor
;
parece que no pecó
en esta ocasion
casándos~con
una hija del
Rey Pharaón , con las miras políticas de
tener por aliado un Rey poderoso para
defender su Rey no, y asegurarlo de toda
invasion enemiga. Del
Psahn.
XLIV.
11.
1 2.
se infiere que la Egypcia muger de
Salomón era Prosélyta.
' . Donde habia Altares consagrados al
verdadero Dios. En la Escritura se habla
de dos suertes de lugares altos: los unos
donde se sacrificaba a los ídolos ; los otros
que servian al culto del verdadero D ios,
y en donde o por dispensa o por algun o–
tro motivo particular se ofrecian víél:imas,
y
se hacia quemar incienso en honor su–
yo. De estos segundos se habla en este
lugar. Dios habia prohibido expresamente
a su Pueblo sacrificarle en otro lugar üue
en el que él mismo escogiese para su cul-
"
11.
Paralip.
VIII.
ll.
Tom. Ill.
con una hija de este , y llevó–
la
a
la Ciudad de David , has–
ta que acabase de labrar su ca–
sa y la casa del Señor , y los
muros al contorno de
J
erusalem. ·
2
El Pueblo no obstante sa–
crificaba en los altos ' ; [lOrque no
había sido edificado el Templo al
nombre del Señor hasta aquel dia.
3 Mas Salomón amó al Se–
ñor , andando en los r¡andamien–
tos de David su padre ,..,solamen–
te qae sacrificaba y quemaba in–
cienso en los altos
2 •
to. Como el Templo debia suceder alTa–
bernáculo , parece que hasta que aquel
fuese edificado , los Israelitas no debian
ofrecer sus sacrificio¡ sino sobre el Altar
que estaba a
la
entrada de este Templo
portátil , como lo habian hecho en el de–
sier o. Esto .no obstante ''emos que esta
Ley no fué
ex~él:amente
observada ,
y
que los mas ilustre , zelosos y santos de
los Israelitas ofreciere n víél:imas sobre di–
versas
altura~
y lugares , y que la Escri–
tura no Los réprehet1de por esto. Todo lo
qual parece ser una prueba convincenre,
de que la prohibicion de la Ley no debia
obligar en todo su rigor , sino despues
que fuese fabricado un Templo· sólido y
estable para adorar en él al Señor.
•
Porque ·David fiel siempre al Señor
aun en las menores cosas , solamente sa–
crificaba en Gabaón, donde estaba cotón–
ces el T abernáculo y el Altar de los
ho~
locaustos.
Y
si extraordinariamente erigió
un Altar sobre el monte de Mória
en~
la
era de Arauna , fué por una órden expresa
de Dios. De todo lo qua! parece concluir–
se, que la inmolacion de las víél:imAs ,
y
el ofrecer incienso en los lugares altos has•
taque se consrruy6 el
Tem~lo
en J erusa–
lem, no era un punto decid1do que se mi–
raba como prevaricacion contra la Ley, si·
no solamente como una impcrfeccion
y
de–
feél:o en lo que mira al culto divino.
Vé.t–
se
S.AGUSTlN
Qunest.
XXXVI.
i11
Iudi(.