CAPlTU LO II.
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Y envió el Rey Salomón
con la órden a Banaías hijo deJo–
íada, el qual le hirió', y murió.
~5
Misitque Rex Saloman pel'
manum Bana"iae filii Io:iadae, qui
interfecit eum, et mortuus est.
26 Abiathar quoque Sacer–
doti dixit Rex : Vade in Ana–
thoth ad agrum tmlm , equi–
dem vir mortis es; secj. hodie te
non interficiarn, quía portasti Ar–
cam Domini Dei coram David
patre meo , et sustinuisti labo–
rcm in ornnibus
iti
quibus la–
boravit pater meus.
27
Eiecit ergo Salomon A–
biathar , ut non esset Sacerdos
Domini, ut
impleretur sermo
Domini • quem locutus est super
domum Heli in Silo.
28 Venit autem nuncius ad
Ioab, quod Ioab declinasset post
Adon iam, et post Salomonem non
declinasset : fup;it
er~o
Ioab in
Tabernaculum Domini , et ap–
prehendit cornu Altaris.
busca la muerte : por
otr~parte
vistos los
ocultos designios de Adont
s
,
quien
asistían con sus consejos
y
partido J oáb
y
Abiathár
1
y
la
situar~on
de los nego–
cios , ninguno podia argtiir de cruel , de
precipitada , de injusta la órden que da
Salomón contra Adon{as, ni la degrada–
cía n
y
destierro de Abiathár , ni que hi–
ciese quitar la vida a Joáb al pie del mis–
mo Altar a donde se habia
refu~iado.
'
El
Hebréo :
Y
arremetio
con
el.
• Abiathár merecía ser tratado como
Adon ías ; pero como faltando la cabeza
no daba este tanto que temer , Salomón
usó de indulgencia con él ,
y
se conten–
tó con desterrarle a Anathóth, una de las
Ciud ades Sacerdotales , en consideracion
de Jos servicios que habia hecho a su pa–
dre David ,
y
por respeto al Sacerdocio
y
a la sagrada uncion que habia recibido.
De este modo se cumplió lo que Dios
habia anunciado a Helí mas de. cien años
n
r. Reg. rr.
.3
t.
26 Dlxo tambien el Rey a A- .
biathá r el Sacerdote: Vete a Ana–
thóth a tu hacienda , que en
~er
dad eres digno de muerte
z ;
1has
yo hoy no te haré morir, porque –
llevaste
el
Arca del Seño r Dios
delante de Da
vid mi padre, y tu–
viste parte en
todosW.ostrabajos
que padeció
mi padre.27 Echó pues Salomón a A–
biathár, para que no fuese él Sacer–
dote del Señor
3 ,
a fin que se cum–
pliese la palabra que el Señor pro–
nunció sobre la casadeHelí enSilo.
28 Y llegó esta noticia a
J
oáb,
el qual babia seguido el partido de
Adonías, y no el partido de Salo–
món: Joáb pues se refugió alTa–
bernáculo del Señor ,
y
abrazóse
del ala+ del Altar.
á tes ,
y
es que el soberano Pontificado
s
ria quitado a su casa ,
y
trasladado a
otra.
1.
Reg.
1i.
12 •
.3 1.
3
Salomón no privó a Abiathár del
Sacerdocio , y mucho ménos del sobera–
no Pontificado ; sino que en pena de ha–
ber conspirado en favor de Adonías le
destert'Ó a Anathóth, privándole del exer•
cicio
y
emolumentos que le correspon–
dían por aquell a dignidad.
4
MS. 7.
E engnsrsó de los comeja–
les.
Parece que J oáb habia olvidado que
el mismo Dios le qui uba este asylo, pues·
to que tenia ordenado en su Ley que fue–
sen. arrancados aun del mismo Altar los
asesinos para 'entregarlos a la muerte. Y
esto parece que debia h.1ber praél:icado
Salomón con
J
oáb ; pero en este caso si–
guió el espíritu de la Ley , que era que
no quedase con vida un homicida volu n–
tario , aun quando se refugiase al pie del
Altar del Señor. El reo podía obstinarse,.