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CAPITULO XXIV.

·Hus est ut incidam in manus Do–

mini , multae enim misericordiae

eius sunt, quam in manus homi–

num.

. 15

Immisitque Dominus pe–

stilentiarn ih Israel, de mane us–

que ad tempus constituturn, et

mortui sunt ex Populo, a D an

usque ad Bersabee, septuaginta

mill ia virorum.

r6

Curnque extendisset ma–

num suam Angelus :Oomini su–

per lerusalem ut disperderet eam,

misertus est Dominus super af–

fl iél:ione , et ait Angelo percu–

tienti Populum : Sufficit :

' une

contine manum tuam: erat au–

tem Angelus IX>mini iuxta aréam

Areuna Jebusaei.

17

Dixitque David ad Do–

minum , cum v idisset Angelum

caedentem Populum : E go sum

qui peccavi, ego ini<j¡Je e$i: ¿ist'"

qui oves sunt , quid fecerunt?

vertatur , obsecro , manus

tua

contra me et contra_.... omum pa–

tris mei.

18 Venit

aute[1'1~

Gad ad Da–

vid in die illa , et dixit ei : A–

scende , et constitue Altare Do–

mino in area Areuna Iebusaei.

• LosLxx. JosEPilO

y

algunos Padres

antiguos entienden

hasta el mediodía:

segun S. GeRÓNYMO

y

una grande parte

de los nuevos Intérpretes ,

hasta la no–

che

:

pero algunos otros ,

y

esto parece

confo rme a la letra , lo explican dicien–

do , que la peste comenzó por la mañana

del dia que se siguió al dia en que D a–

vid hizo la eleccion,

y

que continuó des–

pues por espacio de tres días , como Gad

lo había propuesto ,

y

D avid lo había

abrazado : bien que el Señor se aplacó,

y

teniendo compasion del Pueblo , hizo

que cesase el azote ántes de concluirse

el

ro mas me vale caer en las ma–

nos

del Señor, porque son mu–

chas sus mi sericordias , que en

las manos de los hombres.

r

5 Y

envió el Señor peste

sobre l sraél , desde la mañana

hasta el tiempo em plazado' ,

y

murieron del Pueblo, desde Dan

h asta Bersabee , setenta

mil

hom–

bres.

16

Y

habiendo e

0

xtendido el

'

)

-

Angel del Señor su mano sobre

Jerusalém para destru irla , el

.(:Señor

tuvo mi se ricord,la de su

angustia ,

y

d ixo al Angel ex–

terminador del Puebl0 : Basta:

deten ahora tu mano : y el Án–

gel

d~

Señor estaba junto a la

era de Areuna Jebuséo

~.

17

Y

dixo David al Señor,

luego que vió al Ángel que he–

ria al Pueblo :

Y

o soy el que he

pecado , yo he obrado iniqua–

mente : ¿qué han hecho estos

que son

las ovejas

?

vuélvase,

tt: ruego , tu mano contra mí

y

contra ]a casa de mi padre

3,

18 Y vino Gad aquel dia a

buscar a D avid, y díxole : Ve,

y

levanta un Altar al Señor en

la

era de Areuna

J

ebuséo.

dia tercero. Muchos creen que

el

Señor

quiso castigar con este azote la rebelion

del Pueblo quando abandonó a su R ey

por

seg>~ir

a Absalóm.

Este p,robablemente era P rosélyto;.

Arenna, segun el H cbréo , es llamado

Ornán en el1.

de los Paralip.

XXI.

r8,'

Su era estaba sobre el monte Mória , don–

de Abrabam habi• querido sacrificar a su

hijo ,

y

en donde Salomón f.,bricó el Tcm·

plo. Este monte no se comprehendia cn–

tónces en la CiuclJd.

Genes.

XXII.

3•

u.

J>aralip.

11.

I.

l

¡Que dolor

y

pena seria para

Da~

'