CAPITULO XXIV.
8· Et lustrata universa ter–
ra , affuerunt post novem meo–
ses et viginti dies
in · Ierusa–
lem.
9 Dedit ergo Ioab oumerum
descriptionis Po pulí Regi, et in–
venta sunt de Israel oétingenta
millia virorum fortium qui edu–
cerent gladium, et de luda quin–
genta millia pugnarorum.
10
Percussit autem cor Da-
No recorrieron la Tribu de Leví ni
la de Benjamín,
J.
Paralip.
XXI.
6. donde
se dice la causa que hubo para esto. Lo
cietto es que no hicieron el registro de
esras dos Tribus.
•
.En
el
J.
de los Paralip.
XXI.
5.
se
lee que se hallaron en lsraél un millon
y
cien mil hombres de guerra ParJ conciliar
estos dos lugares dicen
lg nos , que en
este número se comRrehe d;,r
1
s de las
Tribus de Leví y de Benjam1n, qu n se
cuentan en el
Libro
11.
de los ReJ•es;
pe–
ro esto es contrario a lo ue se die
en
el
v.
6.
del Capftulo cita'do dt: los Para–
lip.
Porque
110
pns6 re.vÍSta
e
L eví ni
de B enjanzúz
;
por qua11to Joáb co11tra
su
grado executaba lt!J
órden
del R ey.
Otros dicen que por la misma razon de
l1acer Joáb muy contra su gusto lá revis–
ta del Pueblo que el Rey le habia man–
d ado ; entregó a David un
a razon muy
diminuta , que es la que se po.ne en este
Capítulo , y que el Escritor de los Para–
lipómeuos suplió despues lo que faltaba
de las otras listas que llevaron los otros
C audillos que nombró David , y acompa–
ñ aron a Joáb. El Anut.ENSE siente que
se dió razon a David de tndo el número
que se refiere en los Paralipómenos , y
que David engreido y
lleno de vanidad
viendo el crecido número de soldados que
tenia a su obediencia , mandó que se es–
cribiesen los nombres de todos , segun sus
respeé.l:ivos esquadrones , familias y Tri–
bus ; y que quando llegaron al número
que se refiere en este Libro de los Reyes,
comenzó la peste que envió el Señor para
castigar a su Pueblo ,
y
el Rey mandó
8 Y
luego que hubieron re–
corrido toda la tierra ',volvieron
a Jerusalem despues de nueve me–
ses y veinte días.
9 Dió puesJoáb alRey la·su–
ma del registro del Pueblo, y ha–
lláronse de Jsraél ochocientos mil
hombres {uertes y buenos para la
guerra
z,
y de Judá quinientos
mil combatientes
3.
3
10
Mas despues que fué conta-
>
que se cesase; que el Autor de este Li ..
bro tomó verisímilmente su número de
estos diarios; y que EsDRAS despues pu–
so en los
Paralipómmos
el catálogo de
Joáb. Otros por último dicen que Joáb
no cbnró en este número los veinte
y
gu~tro
mil hombres que de cada Tribu
tenia
Dn~id
baxo de Jns
b~nderas
y man–
do de doce Capitanes o Caudillos , como
se dice en el
J.
de los P ara/iR. xxvTI.
1.
los quales compc;mel} doséientos ochenta
y
ocho mil , que suplen los que faltan en
el número qúe aq.tJÍ se pone. Otros creen
que la diTerencia de este censo en los dos
lugares éonsiste en que en el uno se in–
cluyen los Prosélytos , y no en el otro.
3
Otra dificultad se encuentra aquí en
este n(unero, por quanto en el
J.
de los
Paralip. xxr.
5. se cuentan solamente
quarrocientos setenta mil hombres guer–
reros de Judá: unos dicen que Joáb no
contó a los que el Rey tenia en Palacio
a su servicio , para que guardasen su per–
sona , y para otros ministerios,
y
que fJ·
cilmenre podian llegar hasta treinta mi
l.
Otros creen que J oáb llevado de su polí–
tica aumentó el número de los hombres de
la Tribu Real, de la qua! él er,t individuo,
incluyendo en ella alguna porcion de las
Tribus de D an y de Simeón , que confi–
naban con ella ,
y
ocupaban una parte del
antiguo territorio de J udá.
Es
tambien
cosa muy freqiienre en las sagradas Escri–
turas , que las decenas , los centenares
y
millares quando no son enteros
y
com–
pletos , se pongan como
si
lo
fueran.
Véase la
Disertacion
de CARRI BRES a la
frente del
Libro de los Paralipómenos.
'