CAPITULO l.
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el Rey no se lle-
et ministrabat ei: Rex vero non
cognovit eam.
5 Adonias autem filius Hag–
gith elevabatur , dicens: Ego re–
gnabo. Fedtque sibi currus et
equites, et quinquaginta viros qui
currerent ante eum.
6 Nec corripuit eum pater
suus aliquando, dicens: ¿Quare
hoc fecisti? Erat autem et ipse
pulcher valde., secundus natu post
Absalom.
7 Et sermo
ei
cum Ioab filio
Sarviae, et cum Abiathar Sacer–
dote, qui adiuvabant partes A–
doniae.
8
Sadoc vero SacerdÓs , et
Banai:as filius Io.iadae, et Natlian
Propheta, et Semei et Rei, et
robur exercitus David non erat
cum Adonia.
9
Immolatis . ergo Adonias
arietibus et vitulis , et u versis
1
S.
GBRÓNYMO
Epist.
u.
tt'trNepot.
afirma que David la tqmó
o muger. Y
así fué despues imputado a Adonías como
u~
delito de lesa Magesta el haberla pre–
tendido por esposa , como que intentaba
abrirse el camino al throno por el ma–
trimonio de una muger del Rey difun–
to. El mismo Santo reconoce en Abiság,
jóven , hermosa y casta , una imágen de
la sabiduría , que es sola la que acompaña
fielmente al hombre justo en su vejez :
y
tambien la considera como
imágen de
la Iglesi,l , Vírgen y Esposa de Christo.
•
N ada nos refiere la Escritura , ni
del orígen ni de otra cosa que pueda ha–
cer recomenddble a Hagíth mJdre de A–
donías. Siendo este el mayor de los hijos
de D avid que habían quedado, creyó que
esto le daba un justo tÍtulo para suceder
en
el
Rey no , y contando con las quali–
dades exteriores que registraba en su per–
sona, y que le atraían los ojos y aficion
del Pueblo ; pero sin hacer caudal de la
voluntad de su padre ni de la de D!ns,
Tom. IIL
le servia ; mas
gó a · ella '.
5. Y Adonías hijo de Hagíth'"
se levantó, diciendo: Yo reynaré.
Y se hizo carros , y tomó gente
de a caballo, y cincuenta hombres
que corriesen delante de él
3,
6 Y su padre nunca le re–
prehendió
4,
ni dixo: ¿Por qué
haces esto ? Y este era tambien
muy hermoso ,
y
ha!Jia nacido
despues de Absalóm.
!)
7 Y estaba de inteligencia con
Joáb hijo de Sarvia, y c0n Abia–
thár el Sacerdote, que favorecían
el partido de Adonías.
8 Mas Sadóc el Sacerdote ,
y
Banaías hijo de
J
oíada ,
y
Nathán
Propheta, y Semei
s
y Rei,
y
la
fuerza del exército de David no
estaban por Adonías.
9 HabiendopuesAdoníasdego–
llado carneros
y
becerros,
y
toda
que no podia ignorar que se había de–
clarado
a
fav1>r de Salomón ,
Jl,
R rg.
Ylf·
1 2.
imitó la perfidia y
alevosía de
Absalóm ,
ibid.
xv.
haciéndose procla–
mar Rey , y formando un partido pode–
roso contra Salomón. No babia hasta ert–
tónces Ley entre los Hebréos que señala–
se el derecho de sucesion , sino que era
Rey aquel a quien el Señor escogía ;
D eu–
ter. xv
11.
15.
pero Dios por especial pri–
vilegio derogo esta Ley , y destinó para
siempre la sucesion del R eyno en los des–
cendientes de David.
11.
R r:g.
v11.
12.
26.
3
Que le escoltasen.
4
Por demasiada indulgencia , y por
no
~pesadumbrarle.
Deteao que muchos
Intüpretes notan y reprehenden en
D,¡–
vid.
11.
R eg.
XJ/1.
12.
26.
s Este no es aquel Semci que mald ixo
a D avid quando este Rey s:dió de
Jcru~a
lem huyendo de Absalóm. Alguno' creen
que era padre de Jeroboam , que dcspuos
dividió el R eyno de I sraél : )' otros que
es el que se refiere en el Cap.
lV. 18.
Oo
2