LIBRO TERCERO DE LOS REYES.
pinguibus iuxta lapidem Zohe–
leth, qui er¡tt vicinus fonti Ro–
gel , vocavit universos
fratres
suos filias Regís, et omnes viras
luda servas Regís.
ro Nathan autemProphetam,
et .Ban:üam , et robustos quos–
que , et Salomonem fratrem suum
non vocavit.
II
Dixit itaque Nathan ad
Bethsabee " roatrem
Salomonis:
¿Num a·1disti quod regnaverit ·
Adonias filius Haggith , et do–
minus noster David hoc ignorat?
rz N une ergo veni, accipe
consilium a me, et salva animaai
tuam filiique
tui Salomonis.
• \ 3 Vade, et ingredere adRe–
gem David, et die ei: ¿Nonne
tu, domine mi Rex: , iurasti mihi
ancillae tuae, dicens : Saloman.
filius tu s regnabit
ost me, et
ipse se eoib in oli meo? ¿qua–
re ergo regnat Adonias?
14
Et adhuc ibi te loquente
cum Rege-_, ega veniam post te,
et comp ebo sermones t os.
15
Ingressa est itaque Beth–
sabee ad Regem in cubiculum:
Rex autem senuerat nimis , et
Abisag Sunamitis ministrabat ei:
r6
Inclinavit se Bethsabee,
et adoravitRegem. Ad quam Rex:
¿Quid tibi , inquit , vis?
' 17
Quae respondens, ait: Do–
mine mi , tu iurasti per Domi–
.num Deum tuum ancillae tuae:
1
Para obsequiar
y
convidar a los con–
fidentes de su partido.
•
JosEPHO pone esra fuente vecina a
Jerusalem , junto a los jardines del R ey,
y
al orieme de Sión.
3
Porque si Adonías llega a salir con
iU
intento de ocupar el throno con un po-
.víétima' gruesajunto ala piedra de
Zoheléth,que estaba cerca la fuente
de Rogél
z,
convidó a todos sus her–
manos hijos del Rey, y a todos los
varones de Judá criados del Rey.
ro Mas no convidó a Na–
thán Propheta , ni a Banaias,
ni a los mas valerosos , ni a Sa–
lomón su hermano.
II
Por lo qua] Nathán dixo
a Bethsabee madre de Salomón:
¿No has oído como se ha alzado
Rey Adonías hijo de Hagíth , y
David .nuestro señor no lo sabe?
I 2
Ahora pues ven , toma mi
consejo , y salva tu vida
3
y la
de tu hijo Salomón.
r3 Ve, y preséntate al Rey
David, y dile: ¿No me juraste
tú , mi Rey y señor , ·a mí tu
sierva, diciendo: Salomón tu hi–
~o
reynará despues de
mí
,
y él
se sentará sobre mi
throno ?
¿por qué plles reyna Adonías?
1-4
Y
quando tú estés hablando
allí
todavía con el Rey, llegaré yo
despues , y acabaré tus razones.
15
Entró pues Bethsabee al
quarto del ley : y el Rey era
ya muy viejo , y Abiság de Su–
nám le servía:
r6
Inclinóse Bethsabee
4,
y
adoró al Rey. Y el Rey le di–
xo: ¿Qué es lo que quieres?
17
Ella respondió, diciendo:
Señor mio ,
tú
juraste por el Se–
ñor tu Dios a tu sierva : Salomón
der absoluto,
ya
ves peligra la vida de Sa–
lomón tu hijo
y
la ruya; porque no quer–
rá que viva el que mira como competidor
suyo, ni la que como madre le favorece;
y
así nos tratará como reos de Estado.
4
Para hacerle una profunda reveren–
cia
1
y
ganarse la voluntad del Rey.