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LIBRO 'SEGUNDO DE LOS REYES.
4
Sicut 1ux aurorae , oriente
Sole , mane absque nubibus ruti–
lat, et sicut pluviis
germinat
herba de terra.
·
· 5
Nec tanta est domus mea
apud Deum , ut paétum aeternuQl
iniret mecum , firmum in omni–
bus atque munitum. Cunéta enim
salus mea
et .omnis voluntas:
nec est quidquam ex ea quod
non germi"-et.
6
Praevaricatores autem qua–
si spinae
evellentur
universi,
quae non tolluntur manibus.
7
Et si quis
tangere
vo–
luerit eas , armabitur ferro et
ligno lanceato , igneque succen–
sae comburentur usque ad nihi–
lum.
8 Haec
a
nomina
fortium
David. Sedens in cathedra sa–
pienpssimus Prince s Íl).ter tres,
' ' MS. 7.
Siu attvnimto.
Aquí es ne–
cesario su9Jiralguna cosa para que el sen–
tido qucd perfctl:o :
Es
tos s.er.ín,esto
es,
los que temen
a
Dios ,
ur .in omo
la luz
de
L1
Aurora, qtce rl!
splm&ce
...
y
su–
plirse lo siguiente :
D el mismo modo res–
pla!ldecerá
y
se/eva11tará mi casa;
u cosa
semejante. Pero David lixando los ojos de
su consideracion en la humildad de su fa–
milia , interrumpe el elogio comenzado,
se vuelve a reconocer
y
confesar su baxe–
:za ;
protestando que debe a la pura libe–
ralidad y misericordia del Señor la eleva–
don en que se ve ,
y
la eterna alianza que
habia hecho con su casa , prometiéndole
un Reyno eterno en la persona del Mes–
¡Ías que habia de nacer de su linage.
• Cumpliendo todos mis deseos ,
y
nodexándome nadaquedesear. Puede ram–
bien explicarse esto en el sentido que en
otro lugar
$X
presa
DA
VID:
Que Dios hará
la
voluntad de los que le temen , porque
~~tos
no quieren sino lo que Dios quiere.
a
1.
P tn·alip. xr.
to,
4
Comólal~IZdelaáihoradaque
resplandece por la mañaña al salir
el Sol sin nubes
',y
cómo la yerba
dela tierraquebrota con las lluvias.
5
No es tal mi casa delante
de Dios , que debiese hacer con–
migo una, eterna alianza , firme
en todas )as cosas y estable. Por–
que él es toda mi salud y toda mi
voluntad
2
:
y ninguna cosa hay
que no tenga orígen de ella
3 •
•
6
Mas los prevaricadores
4
se- \
rán arrancados todos como espi-_
nas, que no se tocan con las manos.
7 Y
si alguno quisiere to–
carlas , armárseha de hierro ,
y
de un palo de lanza
s
;
y pegán.:
doles fuego serán· quemadas has–
ta que no quede de ellas nada.
8
Estos son los nombres de los
valient sdeDavid.Elque se sienta
en cáthedra
6 ,
Caudillo sabio en-
5
Y
no hay ni puede haber en mí
co~
sa alguna buena , que no tenga orígen del
que es rni salud, y del que cumple todos.
mis deseos.
4
Snn los trensgresores de la L ey.
~
Este es el caráél:er de los impios e
incorregibles , para los quales no sirven
los avisos
y
medios
suave~
;
y
así su
suerte será semejante
a
la de Saul ,
y
de otros rebeldes y desobedientes a la
voz del Señor, que experi mentaron todo
el rigor de su severídad y
justir.ia.6
A
consejo , o para consejo. Este no
es D avid , como creen los Hebréos
y
al–
gunos Expositores , sino Jesbaam , que
era el primero de los valientes de David.
Este Jcsbaam se llama en este lugar el
Prúzcipe
o
princip.1l de los tres
,
esto es,
de los tres primeros, y que eran los mas
valerosos de todos : o el primero del pri–
mer ternario, y el mas valiente de los tres
mas valientes que babia.
En
el
1.
d~
ws
Paralip. ·XI.
se
llama
el
Prfncipe
df'