CAPITULO 111.
fn diebus illis ; non erat visio
manifest_a. .
2
Faél:um est ergo
in
die
quadam , Heli iacl!bat in loco
suo , et oculi eius caligaverant,
nec poterat videre :
3
Lucerna Dei antequam ex–
tingueretur , Samuel dormiebat
in Templo Domini, ubi erat Ar–
ca
Dei.
4
Et vocavit Dominus Sa–
muel. Qui respondens, ait : Ec–
ce ego.
5
Et cucurrit ad Heli ,et di·
xit : Ecce ego : vocasti enim me.
Qui' dixit: .Non vocavi: rever·
tere , et dormí. Et abiit , et" dor–
mivit.
6 Et adiecit Dominus rur–
sum vocare Sarnuelem. Consur·
gensque Samuel , abiit ad Heli,
et dixit : Ecce ego : quía voc,a–
sti me. Qui respondit': Non vo
cavi te, fili mi : rever er , et
dormi.
7 Porro Samuel ec um seie–
bat Dominum , neque evelatu
ei fuerat serrno Domini.
8 Et adiecit Dominus , et
vocavit adhuc Samuelem tertio.
Qui consurgens , abiit ad Heli,
9 Et ait : Ecce ego : quía
vocasti me. lntellexit ergo He–
li
quia Doininus vocaret
pue~
1
MS.
7·
Era cara.
P.ues era niuy ra–
ra , porque Dios no se manifestaba en vi–
sion a los hombres , ni se. reconocía algun
Propheta por quien el Pueblo consulta-:
se al Señor en sus dudas. Y así desde el
tiempo de Samuél en aeelante empieza
el
tiempo de los Prophetas. Tenia ent6nces
Samuél como doce años de edad.
• Se señnla aquí
el
tiempo en que el
Señor se apareció a Samuél, que fué ántes
de amanecer ,
y
de que se apagasen Ja¡
Tom. III.
•
sa
1
en aquellos días; no había
vi~
sion manifiesta,
2
Acaeció pues en ciertc.> día
que Helí estaba durmiendo en
s~
lugar,
y
sus ujos habían comenza–
do
a
e~turbiarse,
y
no podía ver:
3
Antes que la lámpara de
Dios fuese apagada
2
,
dormía Sa:..
muél en el Templo del Señor ,don–
de estaba el Arca de Dios
3,
4 Y
llamó el Señor a Samuél.
El qual
respoftd~,
y
dixo: Hetne
aquí.
5 Y fuése corriendo a Helí,
y
díxole : Heme aquí ; pues me
has llamado. Él le respondió:
No te he llamado: vuélvete,
y
duerme. Y él se volvió,
y
durmió.
6 Y el Señor prosiguió lla–
mando de nuevo a Samuél. Y le·
vantándose Sarnuél , fuése a He–
H,
y
dixo : Aquí me tienes; pues
me has llamado, Helí le respon–
dió: No te he llamado, hijo mio:
vuélvete ,
y
duerme.
7 Mas Samuél no conocia alSe–
.ñíor
~,porque
todavía no le había si·
do revelada la palabra del Señor.
8 Y volvió aun el Señor a lla..–
mar a Samuél la tercera vez. El
quallevantándose, acudió a Helí,
9 Y dixo: Heme aquí; pues
que me has llamado. Entónces re–
conoció Helí que el Señor
llama~
lámparas del candelero de oro que ardían
de noche en el T emplo,
;y
se apagaban
ántes que saliese el Sol.
Exod. xxv
11.
2 1.
3
Samuél dormía en la habitacion de
Helí , cerca del
Í
abernáculo donde esta–
ba el Arca.
4
No estaba acostumbrado a distin·
guir la voz del Señor, ni las señales quo
manifestaban su presencia , porque hast:1
entónces no le había hablado su Magcs–
tad , ni estaba instruido en esta doél:rína.
Cz
•