C A P I TU L O XI X.
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ñliorum tuorum et filiarum tua–
rum , et animam uxorum tua–
rum , et animam concubinarum
tuarum.
6 Diligis odientes te , et o–
dio habes diligentes te: et osten–
disti hodie quía non curas de
ducibus tuis et de servís tuis:
et vere cognovi modo , quía si
Absalom viveret , et omnes nos
occubuissemus, tune placeret ti-
hl.
.
7 N une igitur surge , et pro–
cede , et alloquens satisfac ser–
vis tuis: iuro enim tibi per Do–
mir:JUm , quod si non exieris , ne
unus quidem remansurus sit te–
cum noéte hac : et peius erit hoc
tibi, quam omnia mala quae ve–
nerunt super te ab adolescentia
tua usque in praesens.
8
Surrexit ergo Rex et sedit
in porta : et omni Po
lo nun–
ciatum est quod Re
sei:leret in
porta : venitq ue universa
ulti–
tudo coram Rege : Is ael autem
fugit in tabernacula sua.-
9 Omnis
quoque Populus
certabat in
cunéti~,
Tribubus Is–
rael, dicens : Rex liberavit nos
de manu inimicorum nostrorum,
ipse salvavit nos de manu Phi–
listhinorum ; et nunc fugit de
terra propter Absalom.
10
Absalom autem quem un–
ximus super nos , mortuus est
recibía de sus buenos servtctos. Pero al
mismo tiempo no puede mirarse sin hor–
ror el tono y altanería con que este Ge–
neral habló a su Rey; ni tampoco dexar–
se de admirar la dulzura con que el Rey
escuchó las reprehensiones y avisos de
un vasallo.
'
MS. A.
A los que te desaman
4-
tu vida ,
y
la vida de tus h i–
jos y de tus bijas ,
y
la vida
de tus mugeres , y la vida de
tus concubinas.
6 Am'!s a los que te aborrecen,
y
aborreces a los que te aman
1
:
y
has dado hoy _a entender que n"O te
cuidasdetusüficiales ni de tuscria–
dos: y en verdad he conocido aho–
ra, que con tal que viviese Absa–
lóm, aunque todos hubiéramos pe–
recido, entónces estarias contento.
7 Ahora pues levántate, y sal
acá , y habla y muestra satisfac–
cion a tus siervos
2
;
pues te juro
por el Señor , que si no salieres,
ni un solo hombre ha de quedar
contigo esta noche: y peor te se–
rá esto , que todos los males que
han venido sobre tí desde tu ju–
ventud hasta el presente.
8
'El Rey entónces se levantó
y
sentóse a la puerta:
y
fué dicho
a todo el Pueblo como el Rey esta–
ba sentado a la puerta: y vino toda
1a gente delante del Rey; mas los'
de;fsraél
3
se 11etiraron a sus tiendas.
9 Y todo el Pueblo en todas
las Tribus de Israél decía a porfia:
El Rey nos libró de la mano de
nuestros enemigos, él mismo nos
salvó de la mano de los Philis–
théos; y ahora ha tenido que huir
de su tierra por causa de Absa1órn.
10
Y Absalóm a quien ungi–
mos por nuestro Rey, murió en la
mas
,
e duamas a los que te ammz.
•
El Hebréo :
H abla
al
corazo11
de
tus siervos;
diles cosas que lle'nen su co–
razon de alegría , y que manifiesten la
satisfaccion que tienes de sus servicios.
3
Que habían seguido el partido de
Absalóm ,
y
estaban por esto rezelosos
del recibimiento que les haria el Rey.