Table of Contents Table of Contents
Previous Page  258 / 608 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 258 / 608 Next Page
Page Background

LIBRO SEGUNDO DE LOS REYES.

piam , et nunciavit Ioab, dicens:

Vidi Absalom pendere de quer-

eu.

1

r

Et ait

Ioab viro qui

nunciaverat ei : Si vidisti , ¿qua–

re non confodisti eum cum terra,

et ego dedissem tibi decem argen–

ti siclos , et unum balteum?

12

Qui dixit ad Ioab :

Si

appenderes

in manibus meis

mille

argenteos

, nequaquam

mitterem

m~num

meam in filium

Regís: audientibus enim nobis

praecepit Rex

tibi

et Abisai

et Ethai , dicens : Custodite mi–

hi puerum Absalom.

13

Sed et si fecissem con–

tra animam meam audaéter , ne–

quaquam hoc Regem latere po–

tuisset · et tu stares ex adver–

so.

14

Et ait Ioab : Non sic–

ut tu vis , se

aggrediar eum

coram te.

Tul~t

ergo

t11es

lan–

ceas in manu sua , et infixit eas

in corde Absalom : cum<;lue ad–

huc palpitaret haerens in quer–

cu,

15 Cucurrerunt decem iuve–

nes armigeri Ioab , et percutien-

tes inter:fecerunt eum.

.

16 Cecinit autem Ioab buc-

1

Y aunque yo me hubiera arroja–

do a hacer una accion

tan temeraria,

porque sabiendo la órden del Rey , obra–

ba contra ella y contra mi conciencia,

y

aun a riesgo de mi vida ; esto no obs–

tante al cabo hubiera llegado a oidos del

Rey.

• Tú mismo hubieras sido el prime–

ro que me condenases por un tal atenta–

do. O por interrogacion : ¿

Et

tu stares

pro me ex adverso eizt.r?

¿Serias tú el

que me defenderías , y te declararías a

DJ..i

favor oponiéndote a él?

de ello aviso a J oáb, diciendo: He

visto a Absalóm que estaba pen–

diente de una encina.

n

Y dixo J oáb al hombre que

le dió el aviso: Si le viste, ¿por

qué no le cosiste con la tierra, y

yo te hubiera dado diez siclos de

plata ,

Y,

un tahalí

?

12

El respondió a Joáb: Aun–

que pusieras en mis manos mil si–

dos de plata, de ningun modo ex–

tendería mi mano contra el hijo

del Rey ; pues oyéndolo noso–

tros

te mandó el Rey a tí.

y

Abisai y a Ethai, diciendo: Guar–

dadme a mi hijo Absalóm.

13

Y

aun quando hubiera yo

tenido esta osadía a riesgo de

mi

ánima

1

,

no hubiera esto podido

ocultarse al Rey ; y tú mismo

estadas

2

contra mí.

14

Y

dixo Joáb: No así como

tú quieres, sino que yo mismo le

traspasaré en tu presencia. Tomó

pues tres lanzas en su mano , y se

las hincó a Absalóm en el cora–

zon

3 :

y como él palpitase aun pen–

diente de la encina ,

15 Acudif.ron corriendo diez:

jóvenes escuderos

4

de J oáb, y con

sus golpes le acabaron de matar.

16 Entónces J oáb hizo sonar

la

3

Aunque no parece excusable la des–

obediencia de J oáb en este caso ; de–

bemos no obstante adorar los designios

de la Divina Justicia y Providencia , que

se valió de este mismo medio para exc–

cutar el decreto de muerte que tenia pro–

nunciado contra este cruel hijo , que ol–

vidado de sus obligaciones hJbia queri–

do derramar la sangre de su mismo pa–

dre.

4

E stos mas bien serian como

aya~

dantes de campo en el exército de Joáb•

que sus Escuderos o pages de armas.