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LIBRO SEGUNDO DE LOS REYES.
20
Cumque venissent serví
Absalom in domum , ad mulie–
rem dixerunt :
¿
Ubi est Achi–
maas et Ionathas ? Et respondit
eis mulier : Transierunt festi–
nanter gustata paululum aqua.
At hi qui quaerebant , cum non
reperissent , reversi sunt in
Ie–
rusalem.
2r
Cumque abiissent,
a~cen
derunt illi cle puteo , et pergen–
tes nunciaverunt Regí David,
et dixerunt : Surgite , et trans–
ite .cito ftuvium : quoniam hu–
iuscemodi dedit consilium con–
tra vos Achitophel.
22
Sur.rexit ergo David et
omnis Populus qui cum eo erat,
et transierunt lordanem , donec
dilucesceret : et ne unus quidem
residuus fuit qui non
transis–
set ftuvi m.
23
Po ro Achitophel videos
quod non f:uisset
aétum consi–
lium suum, stravit asinum suum,
surreJiíitqge , e abüt in domum
suam et in Civitatem
suam:
et disposita domo sua , suspen–
día interiit, et sepultus est in
sepulchro patris sui.
24
David autem venit in ca–
stra, et Absalom transivit .Ior-
nes.
Para deslumbrarlos con esta
traz~.
La
ptismza
propiamente es el grano de
la cebada despojado de la cáscara y mo–
lido para hacer de él puches o bebida.
Se hacia lo mismo con el arroz , y se
tenia por muy saludable. Y hoy es de
mucho uso una y otra ptisana.
1
Aunque Cusai babia visto a Absa–
lóm y a los suyos inclinados a seguir
su consejo ; esto no obstante no sabia
las circunstancias que podían sobrevenir,
y
si mudando de diélámeo seguirian
el
de Aquitophél
1
que era tao perjudicial a
20
Y habiendo llegado a la
casa los criados de Absalóm, di–
xeron a la muger : ¿Dónde está
Aquimaas
y
Jonathás?
Y
respon–
dióles la muger: Pasaron apresu–
radamente despues de haber be–
bido un poco de agua.
Y
los que
los buscaban , no habié¡1dolos ha–
llado, se volvieron a Jerusalem.
21
Y
luego que estos se retira–
ron, salieron aquellos del pczo,
y
continuaron su camino,
y
dieron
aviso al Rey David,
y
le dixeron:
Marchad ,
y
sin dilacion pasad
el rio; porque Aquitophél
ha
dado
un tal consejo contra vosotros •.
22
Levantóse pues David
y
toda la gente que con él es–
taba ,
y
pasaron el J ardan án–
tes que amaneciese: y no que–
dó ni uno solo que no pasase
el rio.
23
Mas Aquitophél viendo
que po se babia seguido su con–
sejo, aparejó su jumento, y levan–
tóse ,
y
fuése a su casa y Ciudad:
y
dispuestos los negocios de su
casa , ahorcóse
z,
y
murió, y fué
enterrado en& el sepulcro de su
padre.
24 Y David llegó a los Rea–
les a ,
y
Absalóm pasó el Jor-
David
y
a los que le acomp:rñaban.
• Tal fué el fin deplorable de uno
de los mayores políticos que ha tenido
el mundo. Era justo que el que habi.1 a–
consejado al hijo que
renuncia~e
a todos
los sentimientos de la naturaleza hácia
aquel de quien habia recibido la vida,
por un oculto decreto del Ciclo
fuese
a un mismo tiempo Juez y verdugo de
sí mismo. Son terribles
y
siempre justos
los juicios de Dios.
3
O Mahanaím , ciudadela o sitio
muy bien fortificado. Nombre propio.