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LIBRO SEGUNDO DE LOS REYES.
mine
Thamar, elegantis formae.
28 Mansitque Absalom in Ie–
rusalem duobus annis, et faciem
Regís non vidit.
29
Misit itaque ad Ioab, ut
mitteret euro ad Regem :quino–
luit venire ad eum. Cumque se–
cundo misisset, et ille noluisset
venire ad eum,
30 Dixit servís suis : Sci–
tis
agrum
Ioab
iuxta agrum
meum,
ha~ntem
messem hor–
dei : ite igitur , et succendite
eum igni. Succenderunt ergo ser–
vi Absalom segetem igni. Et
venientes serví Ioab scissis
ve–
stibus suis, dixerunt: Succende–
runt serví Absalom partero agri
igni.
, 3 r
Surrexitque Ioab , et ve–
nit ad Absalom in domum eius,
et dixit : ¿Quare succenderunt
serví tui segetem meam igni?
32 Et respondí
bsalom ad
Ioab : Misi ad te obsecrans ut
venires ad
e , et mitterem te
ad Regem , et aiceres ei : ¿Qua–
re veni de Gessur? Melius mihi
erat ibl esse : <?bsecro ergo ut
videam fadem Regís : quod si
memor est iniquitatis meae , in–
terftciat me.
33
Ingressus itaque Ioab ad
Regem, nunciavit ei omnia: vo–
catusque est Absa1om , et in–
travit ad Regem , et adora-
r
J
oáb que media todas sus acciones
por la regla de una política muy fina, re–
husó dos veces ir a ver a Absalóm. Temía
dar a entender que tenia alguna estrechez
con este Príncipe: conocia por otra parte
que la negociacion no estaba aun en térmi–
nos de que le fuese favorable : no t}Ueria
~:xponcrse,
o a irritarle si se negaba a ha-
]a qual era muy hermosa.
28 Y estuvo Absalóm dos
años en J erusalem , y no vió la
cara del Rey.
29
Envió Absalóm a buscar a
Joáb para enviarle al Rey: el qual
no quiso venir a él. Y habiendo en·
viado a llamarle segunda vez,y co–
mo él se hubiese negado a ir',
30 Dixo a sus criados : Sabeis
las. tierras de Joáb que están
ve–
cinas mias, donde tiene las ceba–
das ya para segarse: id pues, y po–
ned les fuego. Y los criados de Ab–
salóm pusieron fuego a las mieses.
Y los domésticos de J oáb vinieron
a él rasgados sus vestidos , y di–
xéronle: Los siervos de Absalóm
han quemado una·parte del campo.
3r Y levantóse Joáb, y pasó
a casa de Absalóm , y díxole:
¿Por qué tus criados han puesto
fuego a mis .mieses?
32 Y respondió Absalóm a
Joáb: He enviado a suplicarte que
vinieras a verme , para enviarte ' ·
al ·Rey, y que le dixeras: ¿Para
qué he vuelto de Gessúr? Mejor
me era estarllle allí: lo que pido
es la gracia de ver la cara del Rey;
y si se acuerda todavía de mi de–
lito, que me quite la vida.
33 ConloqueJoáb presentán–
dose al Rey, le dió cuenta de todo
esto: y fué llamado Absalóm , y
entrando donde el Rey estaba , le
blar en su favor, o a desagradar al R ey
pidiéndole una gracia fucr.t J c s.tzon. Pe–
ro Absalórn que era violento en sus deseos,
y
fecundo en dar trazas , inventó un me–
dio que desconcertó desJ e luego roda la
política de Joáb,
y
por él le obligó a qne
se encargase de hablar al R ey , para que
le permitiese ponerse en su presencia.