CAPITULO
XIV.
cnim sermonem servi tui.
23
Surrexit ergo Ioab et abiit
in Gessur , et adduxit Absalom
in Ierusalem.
24 Dixit autem Rex: Rever–
tatur in domum suam , et faciem
meam non videa
t.
Rerversus est
itaque Absalom in domum suam,
et faciem Regis non vidit.
25
Porro sicut Absalom, vir
non erat pulcher in omni Israel,
et
decorus nimis : a vestigio pe–
dís usque ad verticem non erat
in eo ulla macula.
26 Et quamlo tondebat ca–
pillum , semel autem
in -anno
tondebatur , quia gravabat eum
caesaries , ponderabat capillas
capitis sui ducentis siclis , pon–
dere publico.
27
N
a
ti
sunt autem Absa–
lom filii tres , et filia una no-
Para contener por este medio el or–
gullo
y
soberbia de Absalóm.
•
Pesando el cabello que e cortaba,
y
haciendo un tanteo o cótcjo con lo
qu~
le quedaba en la cabeza, se puede hacer
juicio que pesaba todo
oscientos sidos,
que corresponden a cinco libras
y
siete
onzas
y
media de las nuestras. Algunos
no pudiendo persuadirse que pudiese pe–
sar tanto el cabello de un hombre, lo ex–
ponen del precio en que podia estimarse,
no del peso intrÍ11seco de él. Pero esta
exposicion no parece ajustarse a la letra,
ni explicar la fuerza del verbo
ponderare.
La Escritura lo cuenta por una cosa ex–
traordinaria ,
y
para hacer ver que lo que
formaba la principal hermosura de Absa–
lóm ,
y
daba gran fomento a su vanidad,
fué despues el instrumento de su violenta
y
desam ada muerte. Otros lo explican del
si
el
o B.by16ni o , que venia a ser la ter-
erJ parte del Hebréo, y por consiguien–
te segun esta opinion , el cabello de Ab–
s.llóm pesab.t como unas treinta onzas es–
cas.ts, o ménos de dos libras Castellanas.
otorgado la peticion de tu siervo.
23
Con esto partió Joáb, y
pasó a Gessúr., y se volvió con
Absalóm a J erusalem.
24 Mas el Rey dixo: Vuelva
a su casa, y rio vea mi cara'.
Con esto Absalóm volvió a su ca–
sa ,
y
no se presentó delante del
Rey.
2
5
Y
no había hombre en todo
lsraél tan hermoso,ni de tan gallar–
da presencia como
A~salóm:desde
laplan tadel pie hasta loalto de la ca–
beza no había en él ninguna tacha.
26
Y
quando se hacia cortar
el cabello, lo que executaba una
vez al año, porque le cargaba mu–
cho la cabeza , pesaban los cabe–
llos de su cabeza doscientos si–
clos
z
al peso comun
3 •
27
Y
tuvo Absalóm tres hi–
jos
4,
y
una hija llamada Thamár s,
Se fundan para esto en que el que reco–
noció los Libros de los Reyes , lo hizo
despues que el Pueblo Hebréo volvió del
cautLverio de Babylonia ;
y
acostumbra–
dos los Hebréos por espacio de setenta
años a los pesos de Babylonia, continua–
ron en usar de ellos, olvidando los pro–
pios. Pero si el cabello de Absal6m no pe–
saba sino escasas treinta onzas , no podia
esto mirarse como una cosa extraordina–
ria
y
singular , puesto que se
hall.tnmu–
geres cuyo cabello pesa mas de treinta
y
dos onzas. No obstante esto , gra,.es In–
térpretes modernos abrazan esra ex.plica–
cion, como se puede ver en C ,uMET.
3
ARIAS MoNTANO traslada al peso
del Rey.
4
Todos murieron: y por haberse que–
dado sin hijos, levantó una columna para
conser\'ar la memoria de su nombre. V éa–
. se el Cap.
XV III.
18.
s
La
qua/ casó d•spues co11R oboam
hijo de Salomón
,
de myo
m.~trimouio
tu–
vieron a Abía.
Lo que se h.lll.t añ.1dido
a esre versículo en la edicion de los
L lUt-..