Table of Contents Table of Contents
Previous Page  228 / 608 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 228 / 608 Next Page
Page Background

B2Q

LIBRO SEGUNDO DE LOS REYES.

que Amnon

: E iicite univer–

sos a me. Cumque eiecisset om–

nes,

10

Dixit Amnon ad Thamar:

Infer cibu m in conciave , ut ves–

car de manu

tua. Tu lit . ergo

Thamar sorbitiunculas quas fe–

cerat , et lntulit ad Amnon fra-

. trem suum in conclave.

1

r Cumque obtulisset ei

ci–

bum , apprehendit eam , et ait:

Veni , cuqa mecum , soror mea.

12

Quae respondlt ei: Noli,

frater mi , noli opprimere me,

neque enim hoc fas est in Is–

rael : noli facere stultitiam hanc.

13

Ego enim ferre non po–

t ero op probrium meum , et tu

eris quasi unus de insipientibus

in Israel: quin potius

loquere

ad Regem 1 et non negabit me tibi.

I4

Nolui t

a.u~e

acquiescere

precibus eius , ed praevalens vi–

ribus oppressit eam , et cubav"t

cum ea.

I

5

Et

xosam eam habuit

Amnon odio magno nlmis ; ita

ut maius esset odium quo oderat

eam , arnore quo ante dilexerat.

Dixitque ei Amnon: Surge , et

vade.

16

Quae respondit ei: Maius

• MS. 7.

Mete al alhania esa vianda.

s Y moriré de pesadumbre.

3

MS. 7·

D e los aburridos.

4

Para que te cases conmigo. Bien

sabia Thamár que la L ey prohibía este

enlace :

L cvit. xvrJI .

9· pero fué lo pri–

mero que le ocurrió , para deslumbrar

con esto a Amnón , y librarse por en–

tónces del peligro en que se veía.

5

La vergiienza de una accion que la

naturaleza aborrecía , los remordimien–

tos de su conciencia , la infamia públi–

ca de que iba a ser cubierto, produxeron

quiso comer, y dixo

~

H aced que

se retiren de aqu.í todos. Y qaan–

do ya todos se habían retirado,

10

Dixo Amnón a Thamár:

Entra esa vianda en mi cámara',

para que la coma yo de tu mano.

Tomó pues Thamár las hojuelas

que habia hecho, y llevóselas a su

h ermano Amnón a su cámara.

11

Y luego que le puso delante

el manjar, asió de ella, ydixo: Ven,

hermana mia, y échate conmi go.

12

Ella le respondió : No,

hermano mio, no me hagas esta

violencia , pues no es lícito esto

en Israél : no hagas tal locura.

13

Porque yo no podré sufrir

mi afren ta

2

,

y tú serás tenido co–

mo uno de los locos

3

en Israél:

mas vale que habJes al Rey, que

él np m negará a tí

4,

14

Mas Amnón no quiso ce–

der a sus ruegos, sino que pudien–

do mas que ella , la forzó , y la

deshonró.

.

15

Y

la aborreció Amnón con

odio tan extremado , que el odio

que concibió contra ella , excedió

l

1

en mucho al amor que antes le

babia tenidos. Y le dlxo Amnón:

Levántate, y vete.

16

Y ella le replicó: Este ul-

repentinamente en el corazon de este

Príncipe una mud anza tan violenta , que

no pudo sufi·i r delante de sí la vista del

objeto que le daba en rostro con un deli–

to tan feo. La justicia divina con una eco•

nomía mara,,iiJosa aplicaba sucesivamente

a su corazon corrompido diversos géneros

de tormenros, ·unas veces en la impacien–

cia de sus deseos , y otras en el dolor

y

en la desesperacion , hasta que llegase el

momenro en que debia e ·ecutarse el de–

creto de muerte

pronunci~do

contra él en

pena de un incesto tan execrable.