CAPITULO X.
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punto le volvieron las. espaldas.
fugerunt a fa.cie eius.
14
Filii autem Ammon vi–
dentes quia fugissent Syri, fu–
gerunt et ipsi a facíe Abisai,
et
ingressi sunt Civitatem. Rever–
susque est Ioab a filiis Ammon,
et venit Ierusalem.
15 Videntes igitur Syri quo–
niam corruissent coram Israel,
congregati sunt pariter.
16 Misitgue Adarezer, et e–
quxit Syros quJ erant trans flu–
vium, et addcrxit eorum e:x:erci–
tum : Sobach autem , maglster
militiae Adarezer, erat Princeps
eorum.
17
Quod cum nunciatum es.,
set David , contraxit omnem Is–
raelem , et transivit Iordanem,
venitque in Helam: et direxerunt
aciem Syri ex adverso David, et
pugnaverunt contna e m.
18
Fugeruntque
Syt-i
a fa–
cie Israel , et occidit -:David
de
Syris septingentos currus , et
quadraginta millia
e~uitum
: et
Sobach Principem mi:litiae per–
cussit
qui stat¡m mortuus
es
t.
19 Videntes a.utem univer–
si Reges qui erant in prae–
sidio Adarezer , se viétos esse
1
Joáb hubiera podido llevar mas
adelante su viél:oria,
y
acaso exeusar a
D avid el trabajo de ganar otra segunda;
pero los Generales no siempre quieren
ganar viél:orias , a que se siga la paz. Joáb
entró en J erusalem vencedor de sus ene–
migos ; pero estos a110que vencidos , no
tardaron mucho tiempo en renovar sus
ideas ,
y
en rehacerse , porque no habian
perdido sino muy poca gente.
• En
los
Libros de los Paralipóme–
nos
se suplen
y
explican con mayor cla–
ridad muchas cosas , que
~e
omiten o se
14
Mas los Amonitas viendo
como los Syros habían huido, hu–
yeron tambien ellos dehunte de
Abisai,
y
entraron en la.Ciudad.
Y
volvióse
J
oáb de los hijos de los
Amonitas,
y
vino a Jerusalem '·
15 Viendo pues los Syros q1,1e
habían sido derrotados por los Is–
raelitas, se volvieron a rehacer.
16
Y
envió
Ada~zér,
y
sa–
có los Syros que estaban de la·
etra parte del rio , e hizo venir
sus tropas ; las que mandaba So–
bách General del exército de A–
darezér."
I{
Quando David fué avisa–
do de ello, juntó a todo Israél, y
pasó el
J
ordan , y vino a acampar
a Helám:
y
los Syros ordenaron
su exército enfrente de Dayid , y
presentáronle la batana.
18
Mas los Syros huyeron 'de–
lante de Israél , y David destro–
zó setecientos carros de los Sy–
ros , y quarenta
mil
de a caba–
llo
2
:
e hirió a Sobách General
del exército ; que murió luego
al punto.
19 Y todos los Reyes que ha–
bían venido en socorro de Adere–
zér , viéndose vencidos por Israél,
tocan solamente por encima en los de los
Reyes.
Los setecientos carros que aquí se
nombran , llevaban siete mil hombres que
peleaban desde ellos , correspondiendo
diez hombres a cada carro ;
y
este es el
número que se lee en el
1.
de los Para–
lipóm.
XIX.
18.
Así mismo se dice que
fueron muertos quarenta mil hombres de
a
pie ,
y
otros quareota mil de a caballo
que se cuentan en este lugar , todos los
quales componen la sum.t de ochenta
y
siete mil hombres , que fueron los que en–
tra todos quedaron muertos en el campo.