CAPITULO X.
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conmigo
1 •
Envi6 pues David sus
Embaxadores para consolarle
z
en la muerte de su padre. Mas
luego que los enviados de Da–
vid llegaron a las tierras de los
Amonitas,
cum misericordiam. Misit ergo
David , consolaos eum per ser–
vos suos
s~per
patris interitu.
Cum autem venissent servi Da–
vid
in
terram
filiorum Am-
mon,
3 Dixerunt Princi pes filiorum
Ammon ad Hanon
dominum
suum: ¿Putas quod propter ho–
norem patris tui miserit David
ad te consolatores , et non ideo
ut
investigaret
et exploraret
Civitatem , et everteret
eam
misit David servos suos ad te?
4 Tulit itaque Hanon servos
David , rasitque dimidiam par–
tem barbae eorum , et praesci–
dit
vestes eorum medias usque
ad nares , et dimisit eos.
5 Quod cum nunciatum es–
set David, misit
in occursum
eorum: erant enim vliri confusi
turpiter valde, et ma1:1da it eis
David : Manete ·n
1
_ticho do–
nec
crescac barba vestra , et
tune revertimini.
3 Los Príncipes de los Amo–
nitas dixeron a Han6n su señor:
¿Crees tú que por honrar a tu
padre te ha enviado David estos
para consolarte , y rJO mas bien
que. te ha enviado David sus
siervos para pesquisar
3
y reco–
nocer la Ciudad , .Y destruirla?
4 Han6n con esto hizo prender
a los enviados de David ,
y
raer–
les la mitad de la barba, y cortar..,
les la mitad de sus ropas hasta por
baxo de la cintura
4,
y los despach6.
5
Luego que se le di6 noticia
de esto ¡¡¡David, envi6 a encon–
trarlos ; porque los hombres es-.
•taban del todo afrentados ,
y
les
hiw decir David: Estaos en
J
eri–
c6
s
hasta que es haya crecido
la barba ,
y
entónces volvereis.
~
Quando D avid salio huyendo de la
Corte de A.quis Rey
d~
Geth , porque
veía que su persona no estaba allí
se~u
ra,
r. R eg.
XXII.
3·
se acogió a Naas
Rey de los Amonitas , que le hizo muy
particulares y señalados beneficios,
Aull.
Tradit. Hebraic. i11 Lib. R eg.
lo mismo
que el Rey de Moáb que era su vecino
y
aliado.
• MS.
A.
Conortallo.
Aunque tenia
Dios mandado a los Israelitas ,
Deuter.
xxru.
6.
que no hiciesen paz jamas ni
algun bien a los Amalecitas ni
a
los Moa–
bitas ; no por eso pecó David , ni faltó
en esta ocasion , porque solamente ma–
nifestó su agradet:i miento al Rey de los
Amonitas por los beneficios que de él ba–
bia
recibido, cumpliendo así una Ley
mas estrecha del dereeho natural.
MS. 7·
Por saber barnmte.
Se
ve
aquí un Rey sin experiencia , a quien
11nos falsos políticos inspiran sospecba'
Tom.III.
contra David en una accion tan inocente,
obligándole a quebrantar el derecho de
las gen res con un ultraje , de que
no
hay exemplar , hecho a los Embaxadores,
cuyas personas
y
caráél:er ha sid() siempre
mirado con el mayor respeto. No se ha–
lló ni un solo hombre que le sugiriese
•m
partido sabio
y
moderado , haciéndole.
ver que sus desconfianzas no tcoian funda–
mento ; y que
a
todo mal andar , si ha–
bia alguna cosa que temer , bastaria no
perder de vista a los Embaxadorcs , ob–
servar todos sus movimientos, despachar–
los prontamente con una respuesta ho–
nesta ,
~in
exponerse
a
mover contra
sí
el resenrimiemo
y
las fuerzas de un Rey
tan poderoso como el de Tsraél.
4
MS. 7·
Pasta los paiü-tes.
s
Esta es orra Ciudad cdilicada en el
mismo campo , y cercadellugardonde
es~
tuvo la antigua , la qua! fué anathemariza–
da
y
destruida por Josué.
JosuE
vi.
26.
Cc2