LIBRO PRIMERO DE LOS REYES.
filios , i.hfirmata est.
6 Dominus
4
.mbrtificat et vi–
vificat ; deducit ad inferos et
reducit.
7 Dbminus pauperem facit et
ditat; •humiliat et sublevat.
8 Suscitat de pulvere ege–
num , et de stercore elevat pau–
perem ; ut sedeat cum Princi–
pibus , et solium gloriae
te–
neat. Domini e::lim sunt cardi–
nes terrae , et posuit super eos
orbem.
·
9
Pedes sanél:orum
suorum
servabit , et impíí in
tenebrís
conticescent : quía non in forti–
tudíne sua roborabítur vír.
10
Domínum formídabunt ad·
versaríi eius : et super ípsos in
Caelis tonabit : Domínus iudica–
bit fines terrae , et dabít impe-
número determinado por el in etermina–
do ; quiere deci
·
o que foí estéril
¡
tu–
ve, esto es-;"'tendré , porque habla en es–
tilo p ophérico, muchos hijos
¡
y Phene–
na mi é"mula , que tuvo muchos hijos, per–
dió ya su virtud, y quedó infecunda. Phe·
nena, viva imágen de laSynagoga, que por
su soberhia dexó de tener hijos ;
y
.A.na,
¡ymbolo expreso de la Iglesia, a qJier. so
concedió una maravillosa fecundidad , pa–
ra que se agregaran a ella todas las
N
a–
ciones. S. AuausT.
de Civit. Dei Lib.
XVII.
Cap.
lY.
'
MS. A.
Amortigua.
Dios destruye:
en nosotros todo¡ aquellos afeél:os y pa–
siones que nos dan la muerte ,
y
que SAN
PABLO llama el hombre viejo,
y
cuerpo
del pecado ;
y
nos da al mismo tiempo
la vida de la fe , de la humildad
y
de la
caridad , que es la del hombre renovado
en Dios ,
y
animado por su gracia
y
por
su espíritu. Por
in.fienws
o
subterrá11eos
iuelen entenderse el sepulcro ,
y
tambien
que teniamuchos, perdiósu virtud.
6 El Señor es el que quita la
vida
1
y la dá ; el que lleva a los
lugares subterráneos y el que saca.
7 El Señor empobrece
y
enri–
quece; abate y ensalza.
8 Del polvo levanta al menes–
teroso ,
y
de la basura al pobre;
para que se siente con los Prínci–
pes, y ocupe un throno de gloria'".
Porque del Señor son los cimien–
tos de la tierra
3 ,
y sobre ellos
asentó el mundo ....
9
Guardará los píes de sus san–
tos
s,
mas los malos quedarán mu4
dos en sus tinieblas
6 ;
porque no se–
rá fuerte el hombre por su fuerza.
10
El Señor será terrible a sus
contrarios;yél tronará
7
sobre ellos
en los Cielos: el Señor juz9ará los
términos de la tierra , dara el
im-
el infierno a donde echa a los malos. Pe–
ro como de allí a nadie saca , no puede
interprefarsc asl en este lugar.
.
• Que tiene prr parado- para sus es–
cogidos , y para los verdaderos humildes.
3
Los polos , o corno quieren algu–
nos , las cúlumnas de la tierra.
4
Y por consiguiente el Señor es el
que gobierna todos sus movimientos ,
y
el que hace que todo contribuya a la sa–
lud de los su
y
os.
s Dirigirá sus pasos por el camino rec·
to , y los preservará de caer.
6
Los impios e ingratos en medio de
la confusion y tinieblas de que euán cer–
cados , no osarán ni podrán abrir su bo–
ca , porque el Señor
los abatirá ,
los
confundirá
y
llenará de oprobrio , por
quanto se
imaginaron
llenos de orgu–
llo , que su propia fuerza les venia de
ellos· mismos ,
y
no de Dios , dador de
todo bien.
7
Infundirá en sus enemigos terror.
tJ
Drutfron.
xxxu.
3~·
TQb.
XIII.%.
Sapif11t.
:x~r.
IJ.
L