LIBRO SEGUNDO DE LOS REYES.
21
Dixitque D avid ad Mi–
cho! : Ante Dominum qui ele–
git me potius quam patrem tuum ·
et quam omnem domum eius, et
praecepi t ·mihi ut essem dux su–
per Populum Domini in Israel,
22
Et lodam , et vilior fiam
plus quam faél:us sum : et ero
humilis in oculis meis : et cum
ancillis de quibuslocuta es, glo–
riosior
appat~o.
23
Igitur Michol filiae Saul
non est natus filius usque in
diem mortis suae.
• 1
Y entiende que qu anto mas
de~pre
ciable
y
vil aparezca en mis ojos , tanto
mas glorioso
y
grJnde seré ...
• Porque se habia burlado de David.
Dios castigó a Micól con un¡¡ de las pe-
21
Y David respondió a Mi–
cól : Delante del Señor que me
escogió en vez de tu padre y de
toda su familia , y me mandó
que fuera yo Caudillo sobre el
Pueblo del Señor en lsraél,
22
Danzaré , y me abatiré
mas de lo que me he abatido: y
seré humilde en·mis ojos ':
y
me
dexaré ver mas honrado delante
de las siervas que dixiste.
23
Por lo tanto Micól hija
de Saul no tuvo hijos hasta el día
de su muerte
2
,
•
nas mas sensibles de la Ley, cubriéndola
del oprobrio de la
esrerilid~d
,
y
mortifi–
cando su atnbicion
y
soberbia con quitar–
le la esperanza de dar de sus entrañJs un
sucesor a D avid .
C A PI
TUL
O VII.
Como pensase Da.vid edificar un Templo al Seiior
,
el Pt'opheta Natbán
alaba s pens.Jtmiento
;
pero por boca del mismo· le manda Dios i¡ue
no pusiese mano en la obra
,
la qua/ esta'ba A'eservada para un hi–
jo que le daria. Promesas en favor de David
,
pot las qua
tú
da aJ
Seiior gracias muy 1·endidas.
r Faél:um est autem cum
sedisset Rex in domo sua , et
Dominus dedisset ei requiero
undique ab . universis inimicis
iUiS,
2
Dixit ad Nathan Prophe–
tam
a
:
¿
Videsne quod ego habi-
1
J
ntimidados los enemigos de Israél
con las viél:orias que ganó David a los
Philisthéos, no osarou moverse, ni venir
a acometerle. Y de aquí provino la paz
11
z. Pnrnlip.
XVll.
r.
I
Y
acaeció
qu~ e~tando
ya
el Rey de asiento en su casa,
y
habiéndole concedido el Señor
por todas partes reposo de todos
sus enemigos ' ,
2
Dixo al Propheta Nathán:
¿No,ves como yo
vivo
en una ca-
de que habla en este 'lugar la Escriror:r,
la qua! no obstante el terror de que esta–
ban poseídos los enemigos , no fué muy
·durable, como veremos en esta historia.