CAPITULO VI.
6
Postquam autem venerunt
ad aream Nachon, extendit Oza
manum ad Arcam Dei , et tenuit
eam : quoniam calcitrabant bo–
ves , et declinaverunt eam.
.
7
Iratusque est indignatione
Dominus contra Ozam, et per–
cussit eum super temeritate: qui
mortuus est
ibi
iuxta Arcam
Dei.
8 Contristatus
6
est autem
David , eo quod percussisset Do–
minus Ozam , et vocatum est
nomen loci illius: Percussio 0-
r.aeusque in diem hanc.
9Et extimuit David Domi–
num in die illa , dicens :
¿
Quo–
modo
ingredietur ad me Arca
Domini?
10
Et noluit divertere ad se
Arcam Domini in Civitatem Da–
vid: sed divertit eam 'n domum
Obededom Gethaei.
11
Et habitavit Arca Doqli–
ni in domo Obededom Gefhaei
•
En e!
J.
de los Par ,dip.
XI11.
9•
se
llama
QuidÓ11
;
y
así &oia dos nombres .
El Hebréo :
Hasta
,
esto es , cerca de la
_era
o lugar que tenían preparado para
colocar él Arca.
• MS.
3· R e.ifuyerolt.
3
La Ley mandaba que el Arca fuese
llevada por los Levitas de la familia de
C1ath.
Nmuer.
IV.
I
5.
Oza siguiendo el
excmplo de los Philisthéos interpreta la
Ley segun
~u
arbitrio , y pone el Arca
sobre un carro nuevo.
Y
de aquí es que
recaía sobre él la culpa de todo lo que
pudiera sobrevenir al Arca. Si para evi–
tarlo alargó la mano , y sostuvo el Arca
para estorbar que cay ese , quebrantó otro
artículo de la Ley que prohibía a los Le–
vitas tocar el Arca con pena de muerte.
Numer.
IV.
19.
Triste situacion para no–
sotros es aquella en que a qualquiera par-
"
1.
Paralip.
XJJJ,
II.
Tom. lli.
6
Mas lUego que llegaron a la
era de Nacón ', extenaió Oza la
mano al Arca de Dios ,
y
detú~
vola; porque los bueyes recalcitra·
ban
2
,
y
la habían hecho inclinar.
7 Y
el Señot· indignóse en
gran m'!-nera contra Oza ,
y
le
hirió por su temeridad :
y
cayó
él muerto
3
allí junto al Arca de
Dios.
8 Mas David · e contristó,
porque el Señor había herido
a Oza , y hasta el dia de hoy
se llama aquel lugar : El casti–
go de Oza.
9 Y temió David al Señor en
aquel dia
4,
y dixo: ¿Cómo en–
trará en mi casa el Arca del Se·
ñor?
10
Y no quiso que el Arca del
Señor fuese a su casa en la Ciudad
de David; sino que la lúzo llevar
a casa de Obededóm Gethéo
s.
1 I
Y estuvo el
A~ca
del Señor
en casa de Obededóm Gethéo tres
te que nos volvamos hallamos un inevi–
table precipicio. Temamos igual desgra
7
cia, y no nos expongamos a que nuestra
primera falta sea castigada con otra que
tenga fun estas conseqiiencias para la eter–
nid ad. Este
fué
el motivo del castigo de
Oza.
T.
Paralip.
XJTJ,
I O.
xv. 3·
I
3.
Los Intérpretes creen comunmente que
foé solo temporal su pena,
y
que
Dio~
le
dió lugar de arrepentirse de su f•lta án–
tes de morir.
4
D avid había siempre temido a Dios;
pero en aquel dia a vista
del
castigo de
Oza , concibió una idea mas grande de
la magestad del Señor , y de la exáfrirud
y pureza con que quiere ser servido.
s
Parece que este era Levita , oriundo
de Geth o de Geth-Remón, una de las
Ciudades que se llamaban Levíticas de
la Tribu de
Dm.
JosuB
xxr.
24.
Aaz