CAPITULO V.
9
Habitavit • autem David
in arce, et vocavit eam Civi–
tatem David
: et
aedificavit
per gyrum a Mello et intrinse–
cus.
ro
Et ingrediebatur
profi–
ciens atque succrescens , et Do–
ml:nus D eus exercituum erat cum
eo.
1
r
Misit
6
quoque Hiram Rex
Tyri nuncios ad David , et
lig–
na cedrina, et artífices ligno–
rum
artificesque
lapidum
ad
parietes : et aedificaverunt do–
mum David.
12
Et cognovit David quo–
niam confirmasset eum Domi–
nus Regem supe r Israel, et quo–
niam exaltasset Regnum eius su–
per Populum suutn Israel.
13
Accepit' ergo David ad–
huc concubinas et uxores de Ie–
rusalern , postquam venerat de
H ebron : natique sunt. David et
alii
fil
ii
et
filiae :
14
Et haec nomina eorum
qui nati sunt ei in Ierusalem:
Samua et Sobab et Nathan et
Salomon.
•
E ste era un valle profundo que ha–
bia entre la antigua Ciudad de Jebús ,
y
que labró D avid sobre
el
monte de Sión.
David y S.tlomón hicieron allanar este va–
lle ,
y
se formó allí una plaza donde se
juntaba el Pueblo.
• MS. A.
E marstros de labrar de
fuste.
3
D avid viendo al Señor tan declara–
do a f.wor suyo , conoció que le habia es–
tablecido
y
asegurado el tbrono sobre su
l'ueblo.
4
En el .Hcbréo :
Por amor de su
Pue–
blo I.rraél;
porque Dios por un singular
9 Y
David mor6 en la for–
taleza , y la llamó la CAídad de
D avid :
e hízo
labrár edifiéios ál
re.dedo r desde Mello
1
y
en
10
interior.
10
Y
D avid se iba fortifican–
do y creciendo mas y mas , y el
Señor Dios de los exércitos era
con él.
11
Hirám Rey de Tyro en–
vió tambicn Embaxadorés a Da–
vid, y maderas de
~dro,
'y
car–
pinteros
2
y canteros para 16s mu–
ros; y edificaron la casa de Da-
vid.
· '
12
Y
entendio David
3
que
el Señor le había confirmado Rey
sobre Israél, y que babia ensal–
zado su Reyno sobre su Pueblo
4
de Israél.
13
Y
tomó David mas con–
cubinas
s
y mugeres de
J
erusalem,
despues que vin0 de Bebr6n; y
tuvo David otros hijos e
hi–
jas:
14
Y estos son los nombres
de los que le nacieron. en
J
eru–
salem
6 :
Samua y Sobáb y N a–
thán
y
Salomón.
y
señaladO' beneficio daba a su pueblo un
Príncipe muy bueno;
y
tambien para que
entendiese D avid que Dios le hacia Prín–
cipe no para sí , sino para el
Pu~blo
que
el mismo Señor le encomendaba.
s En aquel tiempo era permitida la
polygamia :tuvo David ocho mugeres ,
y
diez concubinas. Ya dexamos dicho en
otros lugares , que estas segundas eran
tambien mugeres legítimas , aunque de in–
ferior grado a las que se tomaban con to–
das las formalidades.
6
Los
LXX.
añaden otros muchos a los
once hijos Je D avid que aquí se refieren.
11
1.
Paralip.
XI.
8.
b
¡.
Paralip.
XIV.
1.
e
1.
Paralip.
111.
x.
2.