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r8o
LIBRO SEGUNDO DE LOS REYES.
runtque ad Regem : Ecce caput
Isboseth filii Saul inimici tui, qui
quaerebat animam tuam: et de–
dit Dominus domino meo Regi
ultionem hodie de Saul et de
semine eius.
9
Respondens autem David
Rechab et Baana fratri eius , fi–
liis Remmon Berothitae , dixit
ad eos : Vivit Dominus , qui
eruit animam mea.m de omni an–
gustia,
10
Quoniam " eum qui an–
nunciaverat mihi , et dixerat:
Mo.rtuus est Saul ; qui putabat
se prospera nunciare , tenui , et
occidi eum in Siceleg , cui opor–
tebat mercedem dare pro nun-:
cio;
11
¿Quanto magis nunc,cum
homines impii interfecerunt vi–
rum
in oxium
in domo
sua
super leétum suum , non quae–
ram sanguinem eius de manu
vestra , et auferam vos de terra?
12
Praecepi
'taque David
pueris suis e
·nte.rfecerunt eos:
praecidentesque manus et pedes
eorum , suspenderunt eos super
piscinam in Hebron : caput au–
tem Isboseth tulerunt , et sepe–
lierunt in sepulchro Abner in
Hebron.
ce que hicieron todo este camino en lo
que faltaba del día
y
en la noche; sino
que sin detenerse
y
sin descansar cami–
naron toda aquella noche. Y así pudie–
ron muy bien continuar su camino el día
siguiente.
' MS.
3· Que era como pedidor de
albricias
m m.r
ojos
:
segun el Hebréo.
a
Supra r.
14.
<Xeron al Rey
i
He aquí la cabeza
de Isboséth hijo de Saul tu enemi–
go, que andaba buscando tu 'áni–
ma ; y el Señor ha vengado hoy
al Rey mi señor de Saul y de su
linage.
9 Mas David respondiendo
a Recáb y a Baana su hermano,
hijos de Remón Berothita , les di–
xo: Vive el Señor, que ha
li–
brado mi ánima de toda
aflic~
cion,
10
Que si a aquel que me
anunció , y dixo : Saul ha muerto;
pensando traerme una buena nue–
va', hice que le prendiesen, y le
quitasen la vida en Sicelég, quan–
do por la nueva parecía se le de..
bian dar albricias ;
.
11
¿Quánto mas ahora, que
unos hombres malvados han muer–
to a un inocente
2
dentro de su
misma casa sobre su cama , no he
de vengar yo su sangre sobre voso–
tros, y os he de quitar del mundo?
12
Dió pues
la órden Da–
vid a sus gentes ,
y
los mata–
ron : y cortándoles las manos y
los pies , lot) colgaron sobre la
piscina en Hebrón : y tomando
la cabeza de Isboséth, la enter–
raron en el sepulcro de Abnér en
Hebrón.
2
Respeél:o de
ellos
;
porque no les
había dado el menor motivo para seme–
jante alevosía :
y
tambien porque pod ía
este Príncipe creer de buena fe que
le
per–
tenecía legítimamente el R eyno de las
once Tribus ;
y
que las promesas de Dios,
las quales se habidn hecho a David , se
entendían solamente del Reyno de_Judá.