CAPITULO
III.
vocero suam , et flevit super
tumulum Abner: flevit autem et
omnis Populus.
•
33 Plangensque Rex et lo-
gens Abner, ait: Nequaquam ut
mori solent ignavi , mortuus est
Abner.
34 Manus tuae
ligatae non
sunt, et pedes tui non sunt com–
pedibus aggraváti : sed sicut so–
lent cadere coram filiis
iniqui–
tati¡¡ , sic corruisti. Congemi–
nansque omnis Populus
flevit
super eum.
35 Curoque venisset universa
multitudo cibum capere cum Da–
vid , clara adhuc die iuravit Da–
vid , dicens : Haec faciat
roihi
Deus et haec addat , si ante
occasum Solis gustavero panero
vel aliud quidquam.
36 Oronisque Populus audi–
vit , et placuerunt eis cunél:a
quae fecit Rex in conspeétu to–
tius Populi:
37 Et cognovit omne vul–
gus et uníversus
Isr)lel
in dte
illa, quoniaro non aél:uro fuisset
a Rege ut occideretur Abner fi-
lius Ner.
,
38 Dixit quoque Rex ad ser–
vos suos : ¿Nuro ignoratls quo–
niam Princeps et maximus ceci–
dit hodie in Israel?
39 Ego autem adhuc delica–
tus , et unél:us Rex : porro viri •
1
MS. S.
4graztiados en fierros.
No
has caído en las cadenas de rus enemigos,
11i te han !(evado en triumpho atado de
pies y de manos siguiendo a sus tropas
viél:oriosas. Hombres malvados te han so,r–
prebendido , y no atreviéndose a medir
sus.armas con las tuyas , te han puesto la–
zos , para los quales es inútil el valor.
Tom. III.
el Rey David , y lloró
s9bre
el
sept:¡lcro de f.'.bnér: y lloró taro–
bien todo el Pueblo.
33 Y plañiendo el Rey y
llorando a Abnér, dixo: No ha
muerto Abnér como suelen los.
cobardes.
34 No fueron atadas tus
ma~
nos, ni tus pies aprisionados con
corroas '; sino qu,e como los que
suelen caer delante de los hi–
jos de iniquidad ,
sí caíste. Y
todo el Pueblo repitiendo lo mis–
mo lloró sobre él.
35 Y quando vino toda la mu–
chedumbre a comer con David,
siendo aun de dia claro
z
juróDa–
vid, diciendo : Esto y aun mas
haga Dios ·conmigo, si gustare
pan ni otra cosa alguna ántes
que el SoJ se haya puesto.
36 Y oyólo todo el Pueblo,
y les pareció bien todo lo que
el Rey ha:bia hecho a vista de
todo el Pueblo:
37
Y
conoció toda la plebe y
todo
llsraé~
en aquel día , que
el Rey no había tenido parte al–
guna en la muerte de Abnér hi–
jo de Ner.
38 Y dixo el Rey a sus cria–
dos: ¿lgnorais acaso que ha pere–
cido hoy en Israél uno de sus ma–
yores Príncipes?
39 Yo todavía me veo flaco,
aunque ungido Rey
3 ;
y
estos hom-
2
Pasado ya el mediodia, o quando
faltaba aun mucha parte del dia.
3
Que no he entrado en el R ey no por
sucesion , sino por particular uncion
y
e–
leccion del Señor. Como el poder de
Da–
vid no estaba todavía bien asegurado ,
y
por otra parte era grande el créditO de
Joáb
y
de Abisai, no se atrevió
a
castiljar
z