L1BRO SEGUNDO DE LOS REYES.
tes tuos interfeéti sunt: ¿quomo–
do ceciderunt fortes?
20
:N
olite annundare in Geth,
neque annuncíe!!is in compitis As–
calonis: ne forte laetentur filiae
Philisthiim , ne exultent filiae
-incircumcisorum.
21
Montes Gelboe, nec ros
ne~
pluvia veniant super vos ,_ne–
que sint agri primitiarum: quía
ibi abieétus ést clypeus fortium,
clypeus Saul, quasi non esset un–
étus oleo.
22
A sanguine ínterfeétoru.m,
ab adipe fortium, sagitta lona–
thae numquam redíit retrorsum,
et gladius Saul non est reversus
inanis.
23 , Saul et lonathas amabi–
les et decori in vita sua , in
morte uoque non sunt divisi:
aquilis ve odones, leonibus for–
tiores.
24 Filiae Israel , super Saul
flete, qui es-tiebat vos coccino in
delicii_s _, qui r-aebel:lat ornamen–
ta aurea cultui vestro.
r
MS. 7·
y
FERRAR.
No albriciedu.
Porque preveía los insultos que harían los
Philisthéos a los cadáveres de Saul
y
de
tsus hijos ,
y
que este triumpho les daría
ocasio_n para blasphemar del Dios de Is–
raél , y para que. se celebrase con públi–
cos regocijos y danzas en todos sus Pue–
blos y Ciudades.
• La grandeza del dolor le hace pro–
rumpir en estas palabras y expresiones
p_at!léticas , y hacer esta inveél:iva tan vi–
va contra los mismos montes que eran in–
capaces de sentimiento.
3
Ni se recojan frutos , aun aquellos
de que se ofrecen primicias al Señor.
_ 4
Echado por tierra , y pisado , lo
que era tenido por la mayor ignominia que
podia acaecer a un hombre de guerra ,
y
parti~ularmente
a aquel que había sid¡¡¡ u¡¡,-
ton muertos sobre tus montes:
¿cómo cayeron los fuertes?
20
No deis la nueva en Geth,
ni lo publiqueis
1
en las plazas de
Ascalón; porque no se alegren las
hijas de los Philisthéos, ni hagan
fiesta las hijas de los incircuncisos-.
21
Montes de Gelboé,ni rooío
ni lluvia vengan sobre vosotros",
ni haya campos de primicias
3
;por–
que allí fué abatidoelescúdo de los
valientes4,el escudo de Saul, como
sino hubiera sido ungido con oleo.
22
Sin sangre de muertos, sin
grosura de fuertes, núnca volvió
atras la flecha de J onathás, ni la
espada de Saul se retiró jamas en
vano
5 •
.
23 Saul
y
Jonathás amables
y
gloriosos miéntras vi vieron, en
la muerte no -Se separaron
6
:
mas
ligeros que águilas , mas fuertes
que leones.
24 Hijas de Israél, llorad so–
bre Saul, que os vestía de escarlata
en los
d~as
festivos, .que os daba
joyeles de oro para ataviaras
7,
gido
y
consagrado por Rey del Pueblo.
5
Las fiechas de Jonathás siempre ha–
cían que corriese la sangre, y traspasaban
el corazon de los mas valewsos.
6
Aunque la amistad que 10antuvo Jo–
nathás con David movió algunas sospe–
chas e inquietudes en el corazon de Saul;
esto no obstante supo manejarse Jona–
tbás con tanta destreza y sabiduría, que
sin faltar jamas al amor y respeto que de–
bia a su padre,
y
sin tener parre en el o–
dio que tenia a David , hizo quanto pudo
en favor del amigo , pero sin seguir el
partido de este conrra su padre. Y así
nunca le abandonó, sino que murió a su
lado peleando con lealtad , y defendién–
dole con el mayor valor y constancia.
7
Las muchas viel:orias que consiguió
de sus enemigos , le
lú~;ieron
glorioso